Adolf B. Horn: ¿Recio o lento?


El eslogan “vámonos recio” del alcalde de Tlajomulco, Gerardo Quirino Velázquez, está eclipsando la lentitud en la obra iniciada el pasado 10 de septiembre en la Avenida Adolf B. Horn, que denuncian los vecinos que viven en los cotos y fraccionamientos aledaños a esta, una de las vialidades más importantes del municipio.

Es tal la molestia e irritación de los habitantes de esas comunidades que ya la llaman la “Obra Fantasma”, porque aseguran que la maquinaria y el material parecieran estar de adorno, y que ven muy poco personal trabajando y por muy pocas horas al día. Y, para colmo, la ausencia total de patrullas de vialidad para tratar de auxiliarlos en ese caos automovilístico.

Muestra de que a la autoridad municipal no le importa acelerar el paso para poner fin al calvario que les ha representado el inicio de esta obra y que ha degradado aún más su calidad de vida, es que, aseguran, los fines de semana, cuando más podrían avanzar por la disminución del tráfico, suspenden los trabajos. Denuncian además que han incumplido con los trabajos día y noche que les prometieron.

“A 20 días de haber iniciado, no se ha visto constancia en el trabajo; algunos días hay gente laborando, otros días no. Y cuando están, se ven entre cinco y ocho personas trabajando en toda la obra”, señala una de las afectadas, que agrega que para recorrer tres kilómetros de Adolf B. Horn se tardan hasta hora y media, y cuando el tránsito está más fluido, de la Avenida Primero de Mayo al Periférico hacen 35 minutos, lo que les provoca destinar tres horas para ir al trabajo y tres más para regresar a casa.

El día del inicio de la obra se dijo que se trataba de una renovación a fondo de esa avenida, con participación del Gobierno estatal, para pavimentar con concreto hidráulico, construir nuevas líneas pluviales, colectores, banquetas y camellones, así como la renovación del alumbrado público, acciones con las que se reduciría el riesgo de inundaciones y se mejoraría la movilidad.

Mientras esto se cumple, el par de rutas alternas que hay en esta zona, saturada de fraccionamientos en los últimos quince años por la voracidad inmobiliaria en colusión con funcionarios corruptos de Tlajomulco, son insuficientes y se está ampliando la zona de conflicto, porque también denuncian que están en pésimas condiciones.

Toda esta molestia está llevando a los vecinos afectados a organizarse vía redes sociales. Ya hay más de siete grupos de WhatsApp con más de mil usuarios cada uno para apoyarse y encontrar las rutas menos saturadas, pero también para denunciar que se sienten abandonados y marginados, porque las autoridades hablan solo de resolver la crisis de López Mateos y nadie ve cómo les han afectado la vida también a ellos.

“Piensan que de este lado las personas no tenemos vida; piensan que somos todos gente malandra o sin recursos que no valen la pena… Acá también hay profesionistas, personas trabajadoras, gente de negocios… gente de bien que aporta a la sociedad, que pagamos impuestos y que también votamos”, se lee en estos chats, donde también se empieza a hablar de protestar “fuerte para ser escuchados”.

Cortesía de El Informador



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