Aunque muchos de nosotros creemos que podríamos detectar una estafa en internet, la verdad es que tan solo en el 2024 más de 6 millones de mexicanos cayeron en algún fraude cibernético. A pesar de esta problemática, las campañas de alerta y prevención que las autoridades lanzan en redes sociales y otro tipo de medios han impactado positivamente en un sector poco esperado: los adultos mayores de Ciudad de México.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México presentó un reporte que revela una importante disminución de víctimas pertenecientes al grupo de la tercera edad (mayores de 60 años). Tan solo en el primer semestre del 2025, hubo un 23 % menos víctimas que en el mismo periodo del 2024. Lamentablemente, las cifras nacionales no son tan optimistas, pues revelan que este mismo grupo de edad es el más afectado por ciberfraudes.
Poco a poco, los adultos mayores van integrándose mejor a la era digital. Atrás quedó la época en que tenían miedo de usar una computadora o celular por temor a descomponerlos y muchas veces son ellos quienes inician videollamadas con sus seres queridos, eligen la música que quieren escuchar e incluso aprenden nuevas habilidades con cursos virtuales. Aún así, con las ventajas que esto trae, también llegan riesgos. Uno de los principales es el ser víctimas de algún tipo de estafa en línea. Perfiles falsos que prometen regalos y efectivo a cambio de algunos requisitos, o páginas falsas de compras que nunca envían los productos son algunos de ellos.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de CDMX explica que, en los últimos cuatro años, al menos 7,806 adultos mayores han sido víctimas de estos delitos. De este total, el 33 % de casos se relaciona con trámites o entrega de documentos; un 28 % sobre premios y créditos; el 16 %r elativo a compras por internet; 12 % son llamadas falsas de familiares con alguna emergencia y el 11% restante se reparte entre extorsiones, familiares falsos que van de visita y otro tipo de premios.
Por suerte, las cifras también revelan no solo una disminución importante en las víctimas, sino también un aumento en el número de reportes hechos por adultos mayores. En entrevista para El Economista, María Elena Esparza Guevara, consejera en Género del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de CDMX explicó que el 94 % de los reportes que reciben han sido realizados por personas de la tercera edad, en su mayoría de 60 a 69 años, aunque también tienen registros de personas de más de 80 años. Las cifras, sostuvo, se deben a una mejora en las campañas de concientización.
“Las personas son más conscientes de estos peligros y ya comprenden que (una petición económica) se trata de un gancho para que sus víctimas caigan. Ahora los adultos mayores y la población en general ya saben que al recibir estas llamadas deben: colgar, verificar y reportar, y nunca compartir claves ni NIPs bancarios”
– María Elena Esparza, Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de CDMX
El cibercrimen no para en el resto del país
Aún con estas buenas noticias, es importante tener en cuenta que los casos de ciberfraude han incrementado de manera exponencial. En los últimos siete años se han registrado 13 millones de casos en todo México, de los cuales seis millones ocurrieron solo en el 2024, casi la mitad de los casos. En cuanto a los adultos mayores, a nivel nacional se han registrado más de 10 mil fraudes en lo que va del 2025. Esto se traduce en el robo de hasta 500 millones de pesos a las personas de la tercera edad.
Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), detalló que el phishing y las estafas de crédito exprés son las modalidades en las que más caen los adultos mayores. El phishing consiste en correos electrónicos, SMS o mensajes de WhatsApp falsos que simulan venir de bancos o páginas oficiales como Amazon e incluso portales de gobierno. Llegan al usuario en tono urgente y alarmante, pidiendo confirmar sus datos. En este momento, los estafadores roban la información para acceder a cuentas bancarias y de toda clase, con lo que pueden hacer compras, transferencias e incluso tramitar y cobrar créditos sin que el titular de la cuenta lo sepa.
“Te echan una enorme cantidad de mentiras para que te angusties y pierdas la calma y la serenidad y te empiezan sacar datos, se le llama ingeniería social. Empiezan a entregar nombre, números de cuenta, el número de NIP. En fin, y ya con eso hacen operaciones”
– Óscar Rosado Jiménez, Condusef

¿Qué los hace tan vulnerables?
A pesar de que pueda llegar a ser cierta la idea de que, por ser adultos mayores, estos tengan más dificultades de adaptarse al mundo digital, se ha demostrado que con la correcta orientación ellos pueden hacer uso normal y responsable de los dispositivos con acceso a internet como cualquier persona. El problema parece no estar en las capacidades cognitivas de las personas de la tercera edad, sino más bien en factores sociales y emocionales.
De acuerdo con lo explicado por Jazmín Camacho, gerontóloga de Koltin, los adultos mayores se suelen sentir solos y desatendidos ante el abandono de sus hijos y familiares. La tecnología ofrece una alternativa para sobrellevar este problema, pues les permite interactuar con otras personas, aunque en varios casos llegan a ser desconocidos. Es aquí donde entran los criminales, quienes además de las modalidades ya descritas, prometen ser un familiar del extranjero que necesita dinero para visitarles, un interés romántico e incluso un desconocido con alguna dificultad. La clave está en apelar a la necesidad de conexión.
“Hemos visto casos donde ante la ausencia de soporte emocional, las personas mayores tienden a confiar más en lo que ven en internet sin verificar fuentes, no reconocer señales de alerta en el ciberespacio y no consultar con familiares o amigos antes de compartir información o enviar dinero”
– Jazmín Camacho, Koltin

Las principales recomendaciones de la Condusef para evitar que los adultos mayores caigan víctimas de estos fraudes residen en la comunicación con su red familiar o de apoyo. En caso de no haberlo hecho, se debe conversar sobre los peligros de ser víctimas en internet, explicar cómo detectar estafas y enseñar a proteger correctamente sus datos personales.
Cortesía de Xataka
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