Al filo de la navaja, Charros busca la gran hazaña


Tras conseguir lo que parecía una misión imposible -ganar los dos primeros juegos en patio ajeno sin ser favorito, y sumar incluso un tercer triunfo en su estadio de Zapopan-, Charros de Jalisco vio diluirse la importante ventaja que había construido frente a Sultanes de Monterrey. Hoy se juega su última carta para sellar el pase a la siguiente fase, antes de verse alcanzado y forzado a disputar un séptimo y dramático encuentro que podría apagar el sueño de seguir con vida en la Postemporada.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Si hay un equipo que en esta temporada 2025 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) ha sabido vivir en esa oscilación entre la gloria y el precipicio, ese ha sido Charros de Jalisco.

Su campaña veraniega fue, por decirlo con diplomacia, una travesía de altibajos. No es novedad: en los últimos veranos, la novena jalisciense ha sufrido para encontrar consistencia. Entre rachas ofensivas que ilusionaban y lapsos de silencio absoluto con el madero, sumados a un pitcheo que a veces parecía impenetrable y en otras jornadas se desmoronaba sin explicación, la afición vivió más de un dolor de cabeza.

La clasificación a la Postemporada fue más un acto de resistencia que un dominio sostenido. Charros se coló prácticamente en la última estación, tomando de la mano un boleto que muchos daban ya por perdido. Llegar a la “fiesta grande” en esas condiciones no es fácil; hacerlo habiendo lidiado con tantas inconsistencias es todavía más meritorio.

En Playoffs, el guion ha sido de película. Nadie los tenía como favoritos. Pocos creían que pudieran sorprender en el arranque, pero Charros robó no uno, sino dos juegos como visitante, logrando lo que muchos llamaron “lo impensable”. Fue un golpe de autoridad que sacudió las quinielas y devolvió a la fanaticada una ilusión que parecía dormida.

Con la serie 2-0, el regreso a casa estaba cargado de expectativa.  El conjunto dirigido por el polémico Benjamín Gil aprovechó el empuje del Panamericano y firmó el 3-0 con un triunfo en Zapopan que olía a sentencia. El público ya saboreaba el pase.

Lo que vino después fue el frenazo: Monterrey reaccionó con oficio y se llevó dos victorias consecutivas en territorio tapatío. El marcador global se apretó 3-2, apagando cualquier celebración anticipada y recordándole a Charros que no hay rivales muertos.
Ahora, la serie se traslada de nuevo a la Sultana del Norte, donde Charros tendrá dos oportunidades para obtener el triunfo que le dé el pase a la Serie de Zona.

El Juego 6 está programado para este sábado a las 18:00 horas, en el Palacio Sultán. Luis Iván Rodríguez y Manny Bañuelos serían los abridores por Jalisco y Monterrey, respectivamente. Rodríguez ha mostrado control y temple -cuando arranca fino-; si domina desde el primer inning, puede ofrecerle a Charros la plataforma para que el bateo oportuno haga el resto. Bañuelos, zurdo de colmillo y experiencia en Grandes Ligas, sabe enfriar alineaciones y, si Sultanes lo respalda a la hora buena, tiene cómo forzar el séptimo.

Si Charros gana este sábado, avanzará a la Serie de Zona, donde -según el cruce- podría medirse con los Toros de Tijuana, un conjunto que suele imponer respeto en pitcheo y encender la dinamita en momentos grandes. Sería una prueba de fuego: bullpen profundo, ofensiva explosiva y un librito de Postemporada bien aprendido. Charros llegaría como “underdog”, sí, pero ese traje ya le ha sentado bien.

¿Qué tanto puede seguir avanzando? El antecedente es alentador: ganó dos veces en la Sultana y demostró que puede competir de tú a tú lejos de casa. La alerta, sin embargo, no se apaga: la ofensiva ha tenido juegos de silencio incómodo y el bullpen, aunque decisivo en varias noches, ha mostrado fisuras en entradas finales. La llave puede estar en el primer tercio del juego: si Rodríguez ofrece ceros tempranos, el line-up tendrá margen para construir sin urgencias.

La presión, paradójicamente, podría recargarse del lado regio. Estar en casa con la serie en el alambre suele pesar: cada turno se vuelve un juicio, cada bola mala una exhalación. Si Charros logra administrar el pulso del estadio y hacer que Sultanes juegue contra el reloj emocional, la estocada puede llegar en el sexto. De lo contrario, el séptimo será una ruleta rusa.

Porque en el beisbol, como en la vida, las hazañas se celebran… pero las oportunidades se agotan.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Informador



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