Un hospital de la Franja de Gaza informó este martes que al menos 21 niños murieron de desnutrición o hambre en las últimas 72 horas en el territorio palestino, donde Israel está expandiendo su ofensiva contra el grupo islamista Hamas, en medio de una ola de condena internacional. Los 2,4 millones de habitantes de Gaza se enfrentan a una grave escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, y los centros de distribución de ayuda humanitaria son atacados regularmente.
“Un desastre provocado por el hombre”
“21 niños murieron debido a la desnutrición y el hambre en diferentes zonas de la Franja de Gaza durante las últimas 72 horas”, declaró Mohamed Abu Salmiya, director del hospital Al Chifa. En el Hospital Naser, en el sur de Gaza, imágenes de la agencia de noticias AFP mostraron a unos padres llorando sobre los restos de su hijo de 14 años, Abdul Jawad al Ghalban, muerto de hambre y cuyo cuerpo esquelético acababa de ser envuelto en una bolsa blanca para cadáveres.
Los equipos de la ONG médica MedGlobal, presente en Gaza, alertaron del “drástico aumento” en el número de niños que padecen desnutrición severa en el enclave, y dijeron que cinco de ellos habían fallecido solo en su centro desde el domingo debido a la escasez de suministros médicos. “Esto no es un resultado inevitable de la guerra. Es un desastre deliberado y provocado por el hombre. Esos niños murieron porque no hay suficientes alimentos en Gaza ni suficientes medicamentos, incluyendo sueros intravenosos y fórmulas terapéuticas, para reanimarlos”, declaró Joseph Belliveau, director de esta ONG.
En total, desde octubre de 2023, al menos 101 gazatíes murieron por hambruna y desnutrición, incluidos 80 niños. Pero como advierte Zaher al Waheidi, director de la unidad de información en el ministerio de Salud gazatí, esos son solo los casos registrados en hospitales, por lo que la cifra real puede ser mucho más alta. Desde el pasado 2 de marzo, Israel apenas permite la entrada de suministros a Gaza (alimento, agua, medicamentos y combustible), pese a que la ONU asegura tener comida suficiente para alimentar a toda Gaza durante los próximos meses.
Hambruna entre los periodistas
La agencia AFP denunció que sus colaboradores gazatíes (entre ellos redactores, fotógrafos y camarógrafos) corren el riesgo de morir de hambre si no hay una intervención inmediata en la Franja de Gaza, donde la crisis humanitaria sigue acentuándose por el poco acceso que tienen a comida y agua. “Desde que se fundó AFP en agosto de 1944, hemos perdido a periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir a un colaborador de hambre”, afirmó la agencia de noticias francesa en un comunicado, agregando: “Nos negamos a enterarnos de sus muertes en cualquier momento y es insoportable”.
La agencia también detalló las condiciones en las que están viviendo sus colaboradores en la devastada Franja, como Bashar, de 30 años, quien durante más de un año ha vivido en condiciones de absoluta indigencia y que sufre problemas intestinales graves. “Bashar vive en las ruinas de su casa en Ciudad de Gaza. El domingo por la mañana informó que su hermano mayor había muerto de hambre. Ahlam, por su parte, sobrevive en el sur del enclave y confirma que el mayor problema que tiene es la falta de comida y agua”, explicó la nota de AFP, advirtiendo que “la mayoría ya no tiene la capacidad física para desplazarse por el enclave, sus desgarradores gritos de socorro ahora son cotidianos”.
Los periodistas gazatíes se han convertido en los únicos ojos y narradores de la ofensiva israelí dentro de la Franja de Gaza, que ya mató a más de 59 mil personas tras el ataque de Hamas en suelo israelí que provocó unas 1.200 muertes y 250 secuestrados. Las bombas israelíes mataron a más de 200 periodistas desde el inicio de la ofensiva. Según Reporteros Sin Fronteras, el enclave palestino se ha convertido en el lugar más letal del mundo para ejercer el periodismo en 2025.
El hambre como arma de guerra
La Liga Árabe acusó a Israel de someter a los palestinos de Gaza a condiciones mortales y utilizar el hambre como arma de guerra y una forma de genocidio. Así lo señaló la organización panárabe de 22 miembros tras celebrar una reunión extraordinaria de su Consejo en El Cairo a petición del Estado de Palestina, en la que se discutió la grave situación humanitaria en el en enclave.
En la reunión presidida por Jordania, también se instó a la comunidad internacional a que adopte medidas inmediatas conforme al derecho internacional humanitario para detener la agresión y reconocer la catástrofe y la hambruna que se producen en Gaza. “Pedimos romper el asedio impuesto a la Franja y garantizar la entrega de ayuda humanitaria, socorro y asistencia médica, y activar los mecanismos internacionales de rendición de cuentas por los crímenes israelíes”, declararon los países miembros.
La organización panárabe pidió también a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que presione a Israel para que abra todos los cruces fronterizos y permita la entrada inmediata de ayuda humanitaria y médica para salvar a miles de niños, mujeres y ancianos. También hizo un llamado “a poner fin de inmediato e incondicionalmente al crimen de genocidio contra el pueblo palestino en la Franja”.
Mil muertos por pedir comida
El número de gazatíes que fueron asesinados cuando intentaban acceder a alimentos se eleva ya a más de mil desde que en mayo comenzara a operar en la Franja la Fundación Humanitaria en Gaza (GHF), advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa). “Francotiradores disparan contra las muchedumbres como si tuvieran licencia para matar, es una cacería masiva de personas con total impunidad”, indicó en un comunicado el comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, a quien Israel niega la entrada en Gaza desde hace más de un año.
Las palabras de Lazzarini fueron complementadas en rueda de prensa por la vocera de la Unrwa, Juliette Touma, quien agregó que el personal internacional de la agencia lleva casi seis meses sin poder entrar en los territorios palestinos por la negativa de Israel a extenderles visados. “Mantenemos aún personal palestino que aguanta en Gaza y Cisjordania, haciendo un gran trabajo en circunstancias muy difíciles”, indicó Touma desde Amán, la capital jordana.
Las autoridades israelíes bloquean desde marzo, incluso antes de la ruptura unilateral del alto el fuego, la entrada en la Franja de alimentos y otros bienes de extrema necesidad, y desde mediados de mayo puso en manos de la GHF, creada por Israel y Estados Unidos, la labor de entrega de asistencia. Esa fundación, que tenía sede oficial en Ginebra, está ligada a exmilitares y antiguos responsables de inteligencia de Washington, y la ONU rechaza colaborar con ella.
“Sus supuestos métodos de distribución son una sádica trampa mortal”, subrayó en su comunicado Lazzarini, quien afirmó que son Naciones Unidas y sus socios humanitarios quienes tienen la experiencia y los recursos necesarios para brindar una asistencia segura, digna y con la escala necesaria. Esta ayuda no sólo debería incluir alimentos sino también otros bienes básicos como pañales, agregó Touma, quien relató que en Gaza muchas madres usan bolsas de plástico para reemplazar la falta de estos productos esenciales para sus bebés.
Cortesía de Página 12
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