Alguien congeló un iPhone y un Samsung Galaxy para comprobar qué tan resistentes son, estos fueron sus resultados

¿Qué pasa si congelas dos smartphones de gama alta durante más de 10 horas? Eso es lo que un youtuber quiso averiguar en 2024. Para ello tomó dos de los teléfonos más avanzados del mercado, un iPhone 15 Pro Max y un Samsung Galaxy S23 Ultra, los sumergió en refresco de limón y los dejó en el congelador durante 13 horas y 40 minutos. ¿El objetivo? Poner a prueba su resistencia.

Cabe recordar que ambos dispositivos cuentan con certificación IP68, que garantizan su protección contra agua y polvo. En un video del canal Tech Timmers se puede observar cómo el influencer verifica que los dos teléfonos funcionen correctamente. Inmediatamente después pone cada uno en una bandeja y comienza el experimento. Contrario a lo que puedas pensar, tanto el iPhone como el Samsung Galaxy sobrevivieron.

Los resultados del experimento

El primero en ser puesto a prueba fue el Galaxy S23 Ultra. Al encenderlo, el dispositivo arrancó sin problemas, pero mostró un mensaje que advertía que no debía ser cargado. Esto aviso debido a que el teléfono detectó la presencia de líquido en el puerto USB-C. El mensaje recomendaba usar la carga inalámbrica hasta que celular estuviera completamente seco. Tras secarse por completo, el Samsung Galaxy S23 Ultra funcionó como si nada, y ejecutó aplicaciones y la cámara sin problemas.

A diferencia del dispositivo de Samsung, el iPhone 15 Pro Max no mostró ninguna advertencia sobre la presencia de agua en su puerto de carga. El teléfono de Apple encendió sin  mayores problemas y respondió con normalidad a las mismas pruebas realizadas en el Galaxy S23 Ultra, como abrir aplicaciones y ejecutar la cámara. Físicamente tampoco sufrió ningún daño derivado de la congelación.

¿Cómo pudieron sobrevivir? Esto puede explicarse porque, en el caso del Galaxy S23 Ultra, Samsung garantiza que el S23 Ultra soporta inmersiones de hasta 1.5 metros por un tiempo máximo de 30 minutos. Por su parte, De acuerdo con TechTudo, Apple afirma que el iPhone 15 Pro Max puede resistir hasta seis metros bajo el agua por el mismo tiempo. Sin embargo, ninguna empresa garantiza el buen funcionamiento de sus equipos luego de exponerlos a otros líquidos como refrescos, ni mucho menos su congelación.

Temperaturas extremas, enemigas de tu teléfono

Pese a que en este prueba los dispositivos mostraron su resistencia, exponer tu teléfono a temperaturas extremas no es recomendable. Por ejemplo, el proceso químico de las baterías de litio puede alterarse a temperaturas muy bajas, lo que puede reducir su autonomía e incluso hacer que el teléfono se apague repentinamente.

Según Xataka España, esto es más notable a partir de los -5 grados centígrados y se agrava en temperaturas inferiores a -20 grados centígrados. Además, la pantalla también puede llegar a fallar debido a que los cristales líquidos en los paneles pueden ralentizar su respuesta táctil. Para evitar esto, se recomienda mantener el teléfono dentro del bolsillo o en una funda térmica, así como evitar su uso prolongado en el frío.

El calor extremo también reduce el rendimiento de los celulares, degrada la batería y limita el brillo de la pantalla. También puede suceder un proceso llamado throttling, que baja la potencia del procesador para evitar sobrecalentamientos, lo que puede causar ralentizaciones. Para evitar problemas, se recomienda no usar el teléfono de forma intensiva en días calurosos, quitar la funda cuando sea posible y evitar las aplicaciones que prometen enfriar el teléfono.

Cortesía de Xataka



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