En 1802, Ludwing van Beethoven escribió un testamento en el cual rogaba a sus hermanos que solicitasen a su médico, J.A. Schmidt, que hiciera públicos los detalles de su enfermedad tras su fallecimiento. “En la medida de lo posible, el mundo se reconciliará conmigo después de mi muerte“, escribió el compositor.
Aunque hoy sabemos que Beethoven sufrió una pérdida auditiva progresiva desde sus veintes, aún existen muchos misterios que rodean su figura. Por eso, en 2023, investigadores del Instituto Max Plank, en Alemania, decidieron cumplir con la voluntad del músico mediante un análisis de ADN de muestras auténticas de su cabello. El resultado derribó muchos mitos, pero también dio lugar a muchas más preguntas.
Un misterio médico
“Nuestro objetivo principal era arrojar luz sobre los problemas de salud de Beethoven, que incluyen una pérdida auditiva progresiva que comenzó a mediados o finales de sus 20 años y que finalmente lo llevó a ser funcionalmente sordo en 1818“, dijo Johannes Krause, uno de los autores del estudio en un comunicado. Para un hombre cuya vida giraba en torno al sonido, el deterioro auditivo fue una gran tragedia. Tanto que confesó a sus hermanos había llegado a contemplar el suicidio.
Por desgracia, como señala Gizmodo, no se encontraron pruebas concluyentes acerca de las causas de su sordera progresiva. A pesar de que durante años la hipótesis sobre enfermedades autoinmunes o infecciones ha gozado de popularidad, el análisis genético no arrojó respuestas definitivas. Por lo que, pese al deseo de los investigadores por honrar su testamento, los detalles de su enfermedad siguen siendo uno de los grandes misterios sobre la vida del autor.
Beethoven pudo haber muerto por hepatitis B
Pero eso no fue todo, ya que Beethoven padeció intensos dolores abdominales y episodios crónicos de diarrea al menos desde los 22 años. Hacia el final de su vida, estos síntomas se agravaron. De hecho, la Navidad anterior a su muerte en 1827, el compositor fue atacado por ictericia, lo que provocó que sus extremidades y abdomen se hincharan, lo cual dificultó su respiración.
Los resultados del estudio, publicados en Current Biology, arrojaron que Beethoven padeció de hepatitis B en los últimos meses de su vida. Dicha enfermedad, poco conocida en su época, aunada a su alcoholismo y a una predisposición genética a enfermedades hepáticas, sugiere que una insuficiencia en el hígado puso ser la causa de su muerte.
El mito del plomo y un impresionante secreto familiar
Durante años también se pensó que Beethoven había sido envenenado por plomo. Esto debido a un análisis realizado en 2007 a un supuesto mechón de su cabello en el cual se hallaron altos niveles de este elemento. No obstante, la investigación de 2023 reveló que el cabello analizado en ese entonces no pertenecía al compositor, sino a una mujer desconocida.
No obstante, el estudio reveló algo aún más sorprendente: al comparar el cromosoma Y de Beethoven con el de varios descendientes modernos de su linaje paterno, los investigadores encontraron una discrepancia en la línea genética del músico. Lo anterior apunta a un evento de paternidad extrapareja ocurrido entre 1572 y 1770, siete generaciones antes de su nacimiento. Esto ha provocado un debate entre los historiadores, pues pone en duda la ascendencia paterna del músico.
Cortesía de Xataka
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