En el desayuno se le ofrecía una selección de embutidos, quesos, fruta, tostadas, pan dulce, mermelada, té verde y jugo de naranja o mandarina. Evitaba el café, ya que lo consideraba demasiado irritante.
Para el almuerzo y la cena, el menú incluía arroz blanco al vapor y pasta corta con pesto, platillos que el chef describió como sencillos, pero enriquecidos con ingredientes mexicanos como pipián, maíz y huitlacoche.
Cortesía de Unomásuno.
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