Este enero, se da un evento astronómico relativamente único en nuestro sistema solar. Se trata de una alineación de planetas o alineación planetaria, un suceso que, en sí, es relativamente común, pero cuyos detalles específicos de esta vez lo hacen especial.
En puridad, no se trata de un evento astronómico, sino de un efecto óptico, que se da cuándo, desde un punto de la Tierra, se observa cómo varios de los planetas que conforman el sistema solar coinciden aproximadamente en el mismo punto de su respectiva órbita en relación con el sol.
También llamado desfile planetario, en la alineación de enero coinciden seis de los ocho planetas que conforman el sistema solar.
Un par de dedos de distancia
Este fenómeno se dará la noche del 17 al 18 de enero, que es cuando Venus y Saturno, que se hallan en conjunción en el cielo durante un par de semanas -a aproximadamente 2 grados, lo que es apenas un par de dedos de distancia- estén en su punto más cercano.
Planetas visibles
Estos dos planetas son visibles durante todo el mes de enero en el sudoeste.
Además, Júpiter es visible también durante el primer mes del año en todo lo alto y Marte lo es en el este.
Urano y Neptuno, por su parte, también están allí, aunque se necesitará un telescopio para verlos.
Los planetas siempre aparecen a lo largo de una línea en el cielo, por lo que la alineación en sí no es especial. Para que se considere alineación, tan solo hace falta que se encuentren en el mismo lado del sol y que la perspectiva de la distancia entre cada uno de ellos sea menor a 26 grados.
Al fin y al cabo, esta rama de la ciencia se basa en la perspectiva que tienen los humanos desde la Tierra. Todos los planetas orbitan alrededor del sol casi en el mismo plano, desde nuestro planeta esta trayectoria se ve deformada de forma elíptica.
Lo que es menos común es ver cuatro o cinco planetas brillantes a la vez, algo que no ocurre todos los años, según destaca la Nasa, la agencia espacial estadounidense.
¿Cómo observarlo?
Para apreciar por completo el fenómeno, es importante tener en cuenta que lo mejor es encontrar lugares sin obstáculos visuales ni contaminación lumínica.
Por ello, lo mejor es ir a un lugar alejado de las urbes una hora antes de la puesta de sol. Se recomienda, además, el uso de un telescopio o binoculares de alta potencia. Con el ojo desnudo es muy difícil llegar a observar Urano y Neptuno, debido a que se encuentran en el extremo del sistema solar.
Cortesía de El Periodico
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