Texto: Cultura UNAM
Cómo reaccionaríamos ante una llamada en la que una voz nos dice “¿Me oyes?”, en un mundo donde el virus zombie surge de los dispositivos de comunicación, algo parecido a lo que propone Stephen King en su novela del 2006, Cell, en donde en su mayoría los jóvenes son los infectados por su dependencia al celular. Ahora bien, desde otro 2006, situado en una ciudad fronteriza mexicana, al inicio de la guerra contra del narco, un joven artista tijuanense comienza a imaginar otro universo postapocalíptico, uno en donde son los jóvenes los que se adaptan al holocausto, gracias a su cercanía a lo tecnológico.
El espectador podrá acceder a esta explosión de ideas y más, en la videoinstalación del artista tijuanense Andrew Roberts, titulada Cadáver fantasma, que se presenta en la Sala 6 del Museo Universitario Arte Contemporáneo a partir del sábado 3 de mayo y hasta el 30 de noviembre del 2025.
La premisa arranca con la aventura de cuatro adolescentes, un grupito de gamers, que atrapados en un universo con una estética muy particular, mezcla entre videojuegos, cultura emo, animación y crítica sociopolítica, logran sobrevivir al Apocalipsis al convertirse en los muertos vivientes de una generación marcada por la violencia y el capitalismo tardío. Ellos se presentan en un video central como testigos y evocaciones del mundo del cual son vestigios y sobrevivientes.
La temática no deja de evocarnos una realidad (de todos conocida) que supera la ficción, en donde los dispositivos que portamos en nuestros bolsillos también son portales a otros mundos, a otras realidades; una realidad que nos lleva a cuestionarnos, ¿y si el fin del mundo ya ocurrió y simplemente somos un avatar transitando entre los laberintos pixeleados de un juego RPG para una vieja consola del año 2000?
Adentrarnos en la propuesta de Andrew Roberts también propone un diálogo con referencias como el videojuego The Last of Us, la saga The Walking Dead o el universo canónico de The Night of the Living Dead de George Romero, mundos en los que a través de una cinematografía gore, narrativas de ciencia ficción y terror, podemos apreciar que incluso en medio del colapso global, la figura del muerto viviente o zombie funciona como una metáfora que conjura muchos de los mayores anhelos o temores del ser humano; por un lado, la búsqueda de sentido, empatía y conexión emocional, o por el otro, comunidades cerradas que temen, racial o ideológicamente, la llegada de lo extraño.
Desde un estilo que propone hackear las formas comerciales de la cultura dentro del capitalismo tardío, la videoinstalación del tijuanense, nacido en 1995, nos recuerda que la metáfora zombie puede ir más allá de los infectados, las armas y la lucha, para llevarnos hacia vínculos que resistencia desde un análisis del colapso total de la historia.
Cadáver fantasma también es un trabajo íntimo, que nos remite la experiencia del artista como adolescente fronterizo en Tijuana, en los años del lanzamiento del álbum The Black Parade de My Chemical Romance y las noches quemándose las pestañas con una consola PlayStation 3, todo esto metido a la licuadora creativa para construir una ficción crítica donde el cuerpo adolescente es tanto sobreviviente como mercancía en un mundo herido.
El trabajo de Roberts incorpora animación digital, escultura y la modelación de escenarios animados en 3D para plantear una inquietante pregunta, ¿qué cuerpo es más real, el que avanza dentro del mundo físico o el personaje que controlamos a través de un par de joysticks?
El artista mexicano juega, manipula y replantea el género zombie para mostrarlo no sólo como una imagen de terror, sino como un símbolo del presente que existe dentro de las tensiones entre juventud, consumo y muerte digital.

Dentro de la estética de Cadáver fantasma se mezclan no sólo las referencias a videojuegos, animación y cómics, sino también la cultura emo, la vida en la frontera, el pop de los años 2000 y la crítica sociopolítica, esta última que ronda siempre como una presencia constante a los muertos vivientes de una generación marcada por la violencia y el neoliberalismo fallido.
Para todos los que alguna vez pensamos que los zombies sólo habitaban en los videojuegos, películas, libros y series, quizá ya sea momento de dejar de vivir en “modo historia”. Esta experiencia reflexiona sobre cómo habitar el glitch y cuestionar los hábitos de consumo y lo que nos consume.Como parte de esta apertura, el 3 de mayo se llevará a cabo una charla en el Auditorio MUAC, a las 12 pm en la que participarán Jaime González, Sayak Valencia y el artista, con entrada libre y cupo limitado.
La pieza de Andrew Roberts está inserta dentro de la programación de El Aleph, Festival de Arte y Ciencia que, del 9 al 18 de mayo del 2025, reunirá a más de 160 invitadas e invitados de 11 países, con más de 80 actividades en 20 sedes. En esta edición, el festival tendrá como tema central las Redes que nos conectan, ya sea físicas, sociales e incluso neuronales, para explorar desde múltiples disciplinas cómo se entrelazan arte, ciencia y experiencia cotidiana.
- Cuándo: Del 3 de mayo al 30 de noviembre de 2025
- Horario: Miércoles a domingo de 11 a 18 horas
- Dónde: Museo Universitario Arte Contemporáneo
- Entrada general: $40
Cortesía de Chilango
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