Del 9 de mayo al 29 de junio, el Foro Shakespeare se convierte en el escenario de una boda que nunca debió celebrarse. Bodas de sangre, la clásica tragedia escrita por Federico García Lorca en 1931, vuelve a la cartelera con una versión intensa y muy mexicana dirigida por Angélica Rogel.
En esta adaptación, la historia de amor prohibido y destino inevitable se traslada al norte del país, donde la pasión todavía arde con la potencia de un corrido.
Con producción de Woo Teatro y Óscar Uriel, la obra explora temas como los celos, el conservadurismo, la violencia y los mitos del amor heredado. Todo, en una versión de 90 minutos cargada de tensión dramática, fuerza poética y una dirección coreográfica que aprovecha cada silencio, cada mirada, cada roce.
Ángeles Cruz en Bodas de sangre
La puesta en escena tiene un elenco de primer nivel que le inyecta humanidad y crudeza a cada personaje. Liderando está Ángeles Cruz, quien brilla con una ejecución sobria y profundamente emocional. La actriz y cineasta oaxaqueña, reconocida por su ópera prima Nudo mixteco y su más reciente cinta Valentina o la serenidad, da una cátedra de contención escénica. En cada gesto y cada palabra transmite el dolor de una historia que se siente real, urgente, nuestra.
Junto a ella, Ana Guzmán Quintero ofrece un trabajo sólido y sensible. La actriz, premiada por su participación en Indecente, despliega aquí una presencia poderosa que equilibra intensidad con vulnerabilidad. Su formación en Nueva York y su paso por escenarios internacionales se notan en cada movimiento, especialmente en la forma en que se deja habitar por el conflicto emocional de su personaje.
El elenco se completa con el notable Miguel Tercero, nominado al Premio Metro por su trabajo en Junio en el 93. Tercero construye a un Leonardo que no es solo objeto del deseo, sino símbolo de todo lo que arde bajo la superficie. Su desempeño físico, preciso y lleno de intención, convierte cada escena en una batalla contenida.
¿Por qué ver Bodas de sangre?
La dirección de Angélica Rogel se apoya en una cuidada coreografía escénica que hace que cada desplazamiento en el escenario sea parte del conflicto. Las tensiones físicas entre los personajes se sienten como electricidad en el aire. No hay movimientos superfluos: todo tiene peso, todo dice algo. El lenguaje corporal se convierte en otra forma de narrar lo que las palabras callan.
La música, los silencios y las pausas están tan bien ejecutados que la tragedia no solo se ve: se vive. En una época en la que lo emocional muchas veces queda aplastado por lo digital, esta obra recuerda lo que es sentir en vivo.
Con un elenco talentoso, una dirección precisa y una adaptación que honra el texto original mientras lo aterriza con belleza en nuestro contexto, esta obra se vuelve necesaria.
📍 Lugar: Foro Shakespeare. Zamora 7, Condesa, CDMX
📅 Fecha: Hasta el 29 de junio de 2025
🕓 Funciones: Viernes 20:30 h. Sábados 19:00 h. Domingos 18:00 h
🎟️ Costo: $600
Cortesía de Chilango
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