
Fue un viernes lleno de contrastes y todo con un común denominador.
Muy temprano el gobernador de Utah, Spencer Cox, dijo con alivio “Lo tenemos”, haciendo referencia a Tyler Robinson, quien el jueves le disparó y mató al activista Charlie Kirk en una universidad de ese estado, a la vez que hacía un llamado a la civilidad para dejar de lado el odio y el divisionismo, al señalar: “Intensificamos la situación o encontramos una salida”, mientras que, en televisión nacional -Fox News-, el presidente Donald Trump le echaba “leña al fuego” culpando a la “izquierda radical” de la violencia política que se vive. Y como “cereza para el pastel”, en un incidente en Chicago un mexicano indocumentado -originario de Michoacán- falleció a consecuencia de los dos disparos que recibió por parte de un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), cuando este último trataba de detenerlo y fue agredido con el automóvil de la víctima.
El gobernador Cox envió un mensaje contundente para que se aproveche el horror del asesinato de Kirk y que “sea un punto de inflexión. Podemos devolver la violencia con violencia. Podemos devolver el odio con el odio, y ese es el problema de la violencia. Tenemos que encontrar una salida o las cosas empeorarán muchísimo… Solo necesitamos que cada persona en este país reflexione sobre dónde estamos y dónde queremos estar”.
Pero, de los poco más de 340 millones de estadounidenses que hay, de acuerdo con el censo, una persona piensa de manera muy diferente, con la notable desventaja de que ocupa la Oficina Oval de la Casa Blanca y que es la principal promotora del divisionismo en el país vecino. Y “para muestra sólo basta un botón”. Ante la tragedia social de la muerte del activista, Donald Trump, en lugar de “hacer un alto” en su retórica, “atizó más la hoguera”, al decir que “Los radicales de derecha a menudo son lo que son porque no quieren ver la delincuencia. Los radicales de izquierda son el problema, y son crueles, horribles y políticamente astutos”, haciéndolos responsables de toda la violencia política que se vive en el país. Agregó que son “lunáticos de la izquierda radical y simplemente tenemos que darles una paliza”.
Una violencia que es consecuencia de la figura retórica que Trump ha “inyectado” en la sociedad, así como también sucedió con la muerte del paisano indocumentado en Chicago, que, “acorralado” por una de las indiscriminadas redadas ordenadas por el inquilino de la Casa Blanca y temeroso de seguir el camino de la deportación, en su desesperación intentó darse a la fuga, agredió al agente con su automóvil y recibió los disparos que terminaron con “su sueño americano”.
El llamado para acabar con el odio y la violencia por parte del gobernador de Utah, la retórica del presidente de darle “una paliza” a quien no concuerda con sus ideas y la muerte de un indocumentado que quedó tirado en la banqueta de un negocio en donde se leía, irónicamente, “Franklin Park Hospital de Animales”, tienen un común denominador: Donald Trump.
Usted, ¿qué opina?
Cortesía de El Informador
Dejanos un comentario: