
La Casa Blanca aseguró que “son inminentes” los despidos de trabajadores públicos derivados del cierre del Gobierno federal iniciado ayer por falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso.
“Consideramos que los despidos son inminentes. Lamentablemente, son una consecuencia de la paralización del Gobierno”, dijo en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que responsabilizó a los demócratas del cierre.
Por su parte, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, dijo en una llamada con periodistas que la medida podría adoptarse en “dos días”.
En línea con el deseo de Trump de adelgazar la administración, la Oficina de Gestión y Presupuesto envió un memorando días atrás ordenando a las distintas agencias que identifiquen programas clasificados como no esenciales para activar despidos si la paralización federal se prolonga.
El Senado tumbó dos propuestas presupuestarias presentadas respectivamente por demócratas y republicanos para tratar de levantar el cierre parcial del Gobierno.
EFE
Suspensión de salarios y falta de financiamientos
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), 750 mil empleados federales podrían ser suspendidos de forma temporal, y algunos potencialmente despedidos por la administración de Donald Trump, lo que implicaría una pérdida de ingresos de alrededor de 400 millones de dólares. En tanto, hasta cuatro millones de trabajadores, incluyendo militares, agentes de seguridad aeroportuaria, controladores de tráfico aéreo, miembros de la Guardia Nacional y del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), podrían ser obligados a trabajar sin sueldo.
Estos empleados, al ser considerados esenciales, deben continuar trabajando aun si el cierre se extiende por un periodo prolongado, aunque no perciban un salario. Por el contrario, empleados de agencias como el Servicio de Impuestos Internos (IRS), parques nacionales, de comercio, educación ambiental, salud, entre otros, podrían ver detenidas sus actividades hasta que concluya el cese de la Administración Federal.
Ante este panorama, los servicios al contribuyente podrían retrasarse, la administración de pequeñas empresas podría dejar de aprobar préstamos, mientras que servicios de asistencia alimentaria, educación preescolar financiada con fondos federales, préstamos estudiantiles e inspecciones de alimentos se paralizarían, mientras que los parques nacionales permanecerían cerrados por falta de personal. Los programas Medicare y Medicaid, si bien cuentan con su propia financiación para el pago de beneficios para personas jubiladas y de bajos ingresos, podrían presentar retrasos en la entrega de beneficios, la suspensión de tarjetas y dificultades administrativas, advirtieron especialistas del Centro de Política Bipartidista de Washington.
CT
Cortesía de El Informador
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