Aranceles de Trump frenarán 800,000 mdd en importaciones

La mayor escalada arancelaria en más de 80 años, impulsada por el presidente Donald Trump, puede reducir drásticamente las importaciones estadounidenses en 800,000 millones de dólares para 2025.

De cumplirse este escenario, las importaciones del país caerán 23% respecto a 2024, según un reciente análisis de Tax Foundation, que destaca esta política comercial como la más severa desde la Segunda Guerra Mundial. La imposición arancelaria elevará la tasa efectiva promedio a 11.5%, la más alta desde 1943, y reducirá el PIB estadounidense hasta en 1%.

Datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos refieren que, en 2024, el valor total de las importaciones alcanzó los 3.3 billones de dólares. Aproximadamente 42% provino de México, Canadá y China.

La nueva oleada proteccionista propuesta por Trump incluye impuestos basados en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), además de aranceles especiales de seguridad nacional sobre sectores clave como autos, autopartes, acero y aluminio.

También establece aranceles recíprocos, pausados temporalmente excepto para China, junto con uno universal de 10%. Estas medidas buscan recaudar alrededor de 2.1 billones de dólares en una década, aunque el costo económico será significativo, advierte el centro de investigación estadounidense.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) revisó a la baja sus previsiones para 2025, estimó una caída de 0.2% en el comercio mundial debido a esta guerra arancelaria. Norteamérica será la región más afectada, con disminuciones de 12.6% en exportaciones y de 9.6% en importaciones.

Europa y Asia también verán recortes en sus proyecciones de crecimiento. Aunque el comercio de servicios crecerá 4%, este avance estará limitado por la tensión comercial. La reducción del intercambio entre Estados Unidos y China alterará los flujos globales e impulsará las exportaciones del gigante asiático hacia otras regiones.

La OMC dice que las importaciones estadounidenses desde China caerán y abrirá espacio para nuevos proveedores. Los países menos desarrollados, dependientes de exportaciones similares a las del país asiático, serán vulnerables pero podrán beneficiarse temporalmente del desvío comercial. Sin embargo, la reactivación de los aranceles recíprocos puede agravar la caída global hasta 1.5%.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su previsión de crecimiento económico global para 2025 de 3.3% a 2.8%, refiere que la guerra comercial de Trump afecta a casi todas las grandes economías mundiales e incluye al propio Estados Unidos. México enfrentará particularmente una recesión de 0.3% .

El FMI advierte que el orden económico global atraviesa una reconfiguración profunda, con implicaciones drásticas para la estabilidad económica a corto y largo plazos. Las tensiones comerciales, la imprevisibilidad política y la desaceleración en inversión y comercio global frenan el crecimiento. Frente a este escenario, la institución enfatiza la necesidad urgente de estabilidad, normas claras y coordinación internacional.

El impacto en la próxima década

El impacto acumulado puede ser aún más grave. Según el Modelo Presupuestario de Penn Wharton (PWBM), las políticas arancelarias de Trump reducirán las importaciones estadounidenses en alrededor de 6.9 billones de dólares durante la próxima década.

Esta contracción tendrá implicaciones más amplias, incluyendo la caída en la demanda extranjera por activos financieros estadounidenses como bonos del Tesoro , obligando a los hogares estadounidenses a adquirir más deuda pública nacional y limitando su capacidad de inversión productiva.

La incertidumbre económica derivada de los anuncios arancelarios afecta negativamente las decisiones empresariales y del consumidor, según Harvard Business Review. Un aspecto crucial, frecuentemente ignorado, es que casi la mitad de las importaciones estadounidenses corresponde a insumos esenciales para la producción interna, como maquinaria especializada y acero.

Los nuevos aranceles aumentan los costos internos, erosionan la competitividad global de las empresas estadounidenses y provocan un efecto dominó adverso sobre la economía nacional.

Cortesía de Expansión



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