Arqueología de género: la historia que no nos contaron

La arqueología es una disciplina que no ha nacido de la nada. Sus principios, métodos y objetivos son moldeados por las perspectivas y prejuicios de quienes la practican. Durante mucho tiempo, las interpretaciones de los hallazgos arqueológicos se han hecho desde una mirada androcéntrica, en la que los roles y aportes de las mujeres y otras identidades de género se invisibilizaron. La arqueología de género surge como una propuesta crítica que busca revisar y reinterpretar la evidencia arqueológica desde una perspectiva más inclusiva y libre de sesgos. En este artículo, exploraremos cómo esta corriente ha transformado nuestra comprensión del pasado y qué implicaciones tiene para la construcción de la historia.

Orígenes y desarrollo de la arqueología de género

Los inicios del cuestionamiento

Desde el siglo XIX, la arqueología estuvo dominada por los hombres, lo que influyó en la manera en que se interpretaron los hallazgos. Las primeras teorías solían asumir que las sociedades prehistóricas se organizaban de manera similar a los modelos patriarcales occidentales, con los hombres ocupando los roles dominantes y las mujeres relegadas a las funciones secundarias. Sin embargo, a medida que avanzaban los estudios antropológicos y arqueológicos, comenzaron a surgir interrogantes sobre la validez de estas interpretaciones.

Feminismo y arqueología: un punto de inflexión

El auge de los estudios feministas en la segunda mitad del siglo XX impactó diversas disciplinas, incluida la arqueología. Investigadoras como Margaret Conkey y Joan Gero introdujeron una crítica fundamental: los arqueólogos no solo interpretaban el pasado, sino que lo construían desde sus propias concepciones socioculturales. La necesidad de un enfoque de género se hizo evidente, lo que abrió la puerta a nuevas lecturas del registro arqueológico.

Además, los estudios de memoria histórica con perspectiva de género han evidenciado que el relato hegemónico sobre el pasado ha sido construido desde una visión androcéntrica que ha excluido deliberadamente a las mujeres y a otros grupos marginados de la narración histórica. La reconstrucción de un relato histórico más equitativo implica, por tanto, identificar los mecanismos de invisibilización y destacar la diversidad de experiencias en el pasado.

Recreación ficticia de una arqueóloga
Recreación fantasiosa de una arqueóloga trabajando en una excavación. Fuente: midjourney/Erica Couto

Repensando el pasado: aportes de la arqueología de género

Mujeres en la prehistoria: más allá del estereotipo

Uno de los mayores cambios promovidos por la arqueología de género ha sido la revalorización del papel de las mujeres en las sociedades antiguas. Durante mucho tiempo, las interpretaciones asumieron que los hombres eran cazadores y las mujeres recolectoras. Sin embargo, algunos estudios recientes han demostrado que las mujeres participaron en la caza y otras actividades productivas, lo que desafía el paradigma tradicional de la división del trabajo.

Además, se ha evidenciado que los modelos de género en sociedades pasadas no eran homogéneos ni estáticos, sino que variaban según el contexto cultural y ecológico. La reconstrucción de estos modelos debe basarse, por tanto, en un análisis crítico que evite proyectar los estereotipos modernos sobre las sociedades antiguas.

Arte y simbolismo: la presencia femenina en el registro arqueológico

Otro de los aspectos que se ha revisado gracias a la arqueología de género, concierne las representaciones artísticas hechas pos las sociedades antiguas. Las estatuillas de las venus prehistóricas, antes consideradas meros símbolos de fertilidad, han sido analizadas desde nuevas perspectivas que sugieren su posible rol en prácticas rituales o en la construcción de identidades femeninas dentro de sus comunidades.

Asimismo, la arqueología ha rescatado la importancia de las mujeres en la transmisión del conocimiento simbólico y religioso. El estudio de la memoria histórica ha señalado que muchas de estas representaciones fueron interpretadas bajo un sesgo androcéntrico que redujo su significado a una visión limitada y sexista, en la que se enfatizaba exclusivamente la maternidad y la reproducción.

Recreación ficticia de una chamana
Recreación fantasiosa de una chamana. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Desafíos y debates en la arqueología de género

Sesgos en la interpretación del registro arqueológico

Uno de los principales retos de la arqueología de género supone desmantelar los prejuicios arraigados en la disciplina. Muchas interpretaciones aún parten de modelos binarios de género que dejan de lado la diversidad de identidades que pudieron existir en el pasado. La resistencia a adoptar nuevas metodologías y la escasez de análisis desde esta perspectiva siguen siendo obstáculos en el campo.

Además, las estrategias de ocultación y desvalorización de las mujeres en la historia son prácticas ampliamente documentadas. Entre ellas, se encuentran la atribución automática de los grandes logros y creaciones históricas a figuras masculinas, la omisión de las mujeres en los relatos oficiales y la tergiversación de su papel en la sociedad. Estos mecanismos no solo han distorsionado nuestra visión del pasado, sino que han perpetuado una memoria colectiva excluyente y parcial.

La representación de las mujeres en la arqueología profesional

Más allá de la interpretación del pasado, la arqueología de género también ha puesto en evidencia las desigualdades de género dentro de la propia disciplina. A lo largo de la historia, muchas arqueólogas han visto sus contribuciones minimizadas o ignoradas. En las últimas décadas, se han impulsado esfuerzos para visibilizar su labor y generar un ambiente académico más equitativo y respetuoso.

El impacto social del relato androcéntrico no solo afecta la manera en que comprendemos el pasado, sino que también tiene repercusiones en la sociedad contemporánea. La falta de referentes femeninos en la historia y la arqueología refuerza la exclusión de las mujeres en el ámbito científico y académico, y perpetúa la desigualdad en el acceso a la producción del conocimiento.

Recreación ficticia de una excavación aqueológica
Recreación fantasiosa de una excavación aqueológica. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Reescribir la historia desde la arqueología

Al poner en cuestión ideas preconcebidas sobre el pasadoLa arqueología de género ha permitido reescribir la historia desde una perspectiva más inclusiva y equitativa. A través de nuevas metodologías y enfoques, esta disciplina sigue desafiando los modelos tradicionales y ampliando nuestra comprensión de las sociedades antiguas.

Además, el análisis de la memoria histórica con perspectiva de género nos recuerda que el pasado no está compuesto por un conjunto de hechos inamovibles, sino que es una construcción social influenciada por los valores e intereses de quienes escriben la historia. La historia que no nos contaron está emergiendo, y con ella, una visión más completa y diversa de nuestra herencia cultural. Rescatar estas memorias silenciadas es un acto de justicia histórica y un paso hacia una sociedad más equitativa.

Referencias

  • Barba Colmenero, Vicente y Alberto Fernández Ordóñez. 2021. Todo lo que hay que saber de arqueología. Una introducción a la ciencia del pasado. Madrid: Pinolia.
  • López de Maturana, Virginia e Isabel Mellén. 2025. Memoria histórica con perspectiva de género. Una guía práctica para incluir a las mujeres en el relato histórico. Emakunde – Instituto Vasco de la Mujer. URL: 35.guia.memoria_historica_perspectiva_genero.pdf
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Cortesía de Muy Interesante



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