Arqueólogos excavan una taberna de 1808 tras un incendio en Ohio… y descubren monedas de hace 200 años, restos indígenas y un pasado oculto bajo el suelo

Cuando las llamas consumieron la histórica taberna Overfield en diciembre de 2024, parecía que Troy, una ciudad del suroeste de Ohio, había perdido una parte irrecuperable de su legado. Durante más de dos siglos, este edificio de troncos había sido un símbolo del origen mismo de la localidad: fue su primer edificio, su primer tribunal y, durante años, su centro social. Pero lo que parecía el final fue, en realidad, el inicio de una nueva historia aún más reveladora.

Al quedar la estructura dañada y los suelos completamente arrasados por el fuego, se abrió la posibilidad de explorar lo que había estado oculto bajo sus tablas durante generaciones. Lo que hallaron los arqueólogos al excavar ese suelo intacto desde 1808 es un auténtico viaje en el tiempo a los inicios de Ohio como estado. Monedas raras, utensilios cotidianos, restos de comidas y hasta objetos indígenas precoloniales componen un puzzle fascinante sobre la vida en la frontera americana del siglo XIX.

Un incendio que abrió las puertas del pasado

La Overfield Tavern fue levantada en 1808 por Benjamin y Margaret Overfield, una joven pareja que había emigrado desde Pensilvania al recién admitido estado de Ohio. Este edificio, de arquitectura sencilla pero robusta, no solo servía como hospedaje y taberna: era también un centro judicial y social, donde se discutían temas legales, se compartían comidas y se tejían las primeras redes comunitarias de la región. Su importancia fue tal que en 1976 fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Vista general del yacimiento durante el último día de excavaciones realizadas por el equipo de Ohio Valley Archaeology
Vista general del yacimiento durante el último día de excavaciones realizadas por el equipo de Ohio Valley Archaeology. Foto: From Above Aerial LLC/ Overfield Tavern Museum

Pero cuando el fuego destruyó gran parte del interior del museo en diciembre de 2024, lo que al principio fue una tragedia patrimonial se transformó en una inesperada excavación arqueológica. Para restaurar el inmueble, era necesario levantar completamente los suelos originales. Y esa labor abrió una ventana única a lo que había permanecido sepultado bajo los pies de los visitantes durante más de 200 años.

Monedas perdidas y objetos cotidianos que narran otra historia

Tal y como recogen desde Popular Science, durante diez intensos días de excavación, un equipo de arqueólogos trabajó en diferentes habitaciones del edificio. Bajo las tablas de madera calcinadas aparecieron cientos de objetos que habían caído entre las rendijas del suelo con el paso del tiempo. Entre los hallazgos más significativos destacan dos monedas: una de medio dólar de 1817 y otra de un centavo de 1846, ambas piezas de gran rareza y valor histórico. Su presencia apunta a un uso comercial del espacio, posiblemente vinculadas al pago de bebidas o comidas cuando la taberna estaba en funcionamiento.

Junto a estas monedas, los arqueólogos recuperaron una sorprendente cantidad de restos que ofrecen detalles muy concretos sobre la vida cotidiana de los primeros habitantes de Troy. Se hallaron botones de hueso, conchas, vidrio y metal, lo que indica una notable diversidad en los materiales de confección utilizados en la época. También salieron a la luz canicas de arcilla, fragmentos de anillos, alfileres para sujetar ropa, fragmentos de pipas de fumar y lo que podría ser una pieza de pedernal para arma de fuego de origen francés.

Más allá de lo material, uno de los descubrimientos más reveladores fue la gran cantidad de huesos de animales, especialmente de cerdo y peces. Este dato conecta directamente con un registro de 1810 que indica que la familia Overfield poseía 78 cerdos. Muchos de estos animales habrían sido criados y sacrificados en el mismo lugar, lo que aporta una nueva dimensión al modo de vida autosuficiente de la época.

Una moneda de 50 centavos de 1817 (izquierda) y otra de un centavo con la efigie de la Libertad de 1846 (derecha)
Una moneda de 50 centavos de 1817 (izquierda) y otra de un centavo con la efigie de la Libertad de 1846 (derecha). Foto: Overfield Tavern Museum

Rastros indígenas bajo la historia colonial

Pero quizás lo más inesperado del hallazgo fue la aparición de puntas de proyectil indígenas, anteriores a la fundación de la ciudad. Estos restos precoloniales indican que el suelo bajo la taberna ya había sido ocupado o utilizado por comunidades nativas antes de la llegada de los colonos europeos. Este tipo de coexistencia de capas culturales es relativamente rara en excavaciones urbanas de este tipo y ofrece una oportunidad única para estudiar la transición de un territorio indígena a una ciudad del nuevo estado americano.

La mezcla de cerámicas también refleja esta evolución. Se encontraron desde loza pintada a mano y cerámica tipo pearlware hasta piezas de vajilla transfer-print, todas datables entre principios y mediados del siglo XIX. Estas cerámicas, muchas de ellas fragmentadas pero identificables, permiten rastrear no solo el uso del edificio como lugar de consumo y vida doméstica, sino también la evolución estética y funcional de los objetos del hogar en la joven nación americana.

Actualmente, todo el material recuperado está siendo clasificado y analizado con detalle por el equipo de arqueólogos que lidera el proyecto. La idea es que buena parte de los objetos pasen a formar parte de una nueva colección permanente en el Overfield Tavern Museum, que servirá no solo para recordar lo perdido en el incendio, sino también para contar con más riqueza la historia temprana de Troy y de Ohio.

En 1810, la familia Overfield contaba con 78 cerdos, y es probable que varios de ellos fueran sacrificados en el propio terreno
En 1810, la familia Overfield contaba con 78 cerdos, y es probable que varios de ellos fueran sacrificados en el propio terreno. Foto: Overfield Tavern Museum

El coste estimado de la restauración del edificio asciende a un millón de dólares, y el objetivo es reabrir el museo completamente renovado en 2027. En esta nueva etapa, el relato se ampliará: ya no se hablará solo del edificio como símbolo fundacional, sino también de la vida real de las personas que lo habitaron, de su dieta, sus costumbres, su economía e incluso de los vínculos que mantuvieron con las comunidades indígenas anteriores.

Este tipo de excavaciones en contextos urbanos no son frecuentes, lo que convierte al caso de la taberna de Overfield en una excepción con un enorme valor documental. Lo que el fuego destruyó, la tierra lo conservó. Y ahora, gracias a esta investigación, será posible contar la historia de Ohio desde un enfoque más íntimo, tangible y humano.

Cortesía de Muy Interesante



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