Desde niña, la artista Covadonga creció con una certeza: si algo te llama, lo puedes intentar. Esa chispa la llevó de hacer vestidos a sus muñecas a producir shows en festivales, hostear programas de TV y hoy, a crear piezas de arte que respiran energía viva.
“Aprendí desde chiquita que no había cosas platónicas. Todo lo que sueñas puede tener una estrategia para volverse realidad”, cuenta la artista en entrevista con Chilango.
Autodidacta y multifacética: así es la artista visual Covadonga
La artista mexicana se formó como homeschool desde la prepa y nunca terminó una carrera formal. Prefiere elegir qué estudiar según sus propios intereses y construir su camino desde la curiosidad.
Covadonga no elige entre performance, instalación o escenografía; combina lo que necesita para decir lo que siente. Y para muestra, su obra más reciente Hear my soul, en la que usó geometría sagrada, sonidos, numerología y plantas con sensores para que cada visitante pudiera “escuchar” su propia energía.
“Quise trabajar con vibraciones y cosas que no se ven porque por mucho tiempo fui esa persona que sostuvo lo invisible en la industria musical”, dice Cova.

Su propuesta no solo destaca por lo técnico o lo místico, sino porque invita a reconectar con lo esencial: el asombro, el proceso, la pausa. Para ella, crear no es solo diseñar, sino escuchar lo que aún no tiene forma. En su instalación, las plantas a veces se “apagaban” y los sonidos se combinaban de forma inesperada. Soltar el control fue parte del aprendizaje.
“Había veces que las plantas hablaban más fuerte que mi razonamiento. Me reía conmigo misma y lloraba por fuera”, recuerda entre risas. Una experiencia que la hizo cuestionar hacia dónde va el arte contemporáneo.

¿Hacia dónde va el arte?
“Estamos sobresaturados de lo mismo. Las mismas letras, los mismos sonidos, las mismas apariencias. Lo que sigue no es innovar por innovar, sino reorganizar el caos y revalorar la autenticidad.”
¿Será por eso que ya no vemos una gran corriente artística como antes? Covadonga lo dice claro: “Estamos tan conectados que nos perdimos de nosotros mismos.”

Una de las inspiraciones clave para la transición artística de Cova fue André 3000 (mitad de OutKast) y su New Blue Sun, un alucinante disco de 87 minutos, minimalista y experimental, sin una pizca de rap. Covadonga pensó: “si él se atrevió, yo también puedo”.
Actualmente Cova está desarrollando e innovando proyectos artísticos y tecnológicos multidisciplinarios desde esta nueva visión y ya trabaja en su próxima exposición de arte enfocada en la contemporaneidad del consumo musical y espiritual; misma que estará abierta al público en el 2026.
El arte de Covadonga no busca respuestas, sino pausas. Momentos donde las vibraciones, las plantas o el azar te devuelven algo que no sabías que necesitabas. Porque en un mundo de inmediatez, el verdadero acto revolucionario es escuchar y atreverse a crear desde ahí.

Conoce más del trabajo de la artista visual Covadonga a través de sus redes sociales.
Cortesía de Chilango
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