Astrónomos detectan una esfera casi perfecta “flotando” en la Vía Láctea: su nombre es Teleios y podría ser el misterioso resto de una supernova

Una esfera casi perfecta, de origen incierto y forma desconcertante, ha sido detectada en los datos de un radiotelescopio australiano. Aunque el cosmos está lleno de estructuras extrañas, pocas tienen una simetría tan sorprendente como Teleios, el nombre que ha recibido este nuevo objeto astronómico.

Cuando Miroslav Filipović y su equipo analizaron por primera vez los datos del radiotelescopio ASKAP, lo último que esperaban era encontrar una figura tan circular que parece trazada con compás. No se trata de una anomalía técnica ni de un artefacto visual, sino de un objeto real que emite radiación en longitudes de onda de radio y que no encaja del todo con lo que sabemos sobre los restos de estrellas que han explotado.

Un remanente diferente

Teleios es probablemente el remanente de una supernova, es decir, la nube de materia expulsada tras la explosión de una estrella. Su forma, sin embargo, escapa a lo habitual. La mayoría de los remanentes de supernova presentan formas irregulares, con bordes distorsionados por el medio interestelar o por asimetrías en la propia explosión. En cambio, este objeto muestra un nivel de simetría inusual.

En palabras del artículo original, “este objeto muestra una simetría circular notable, lo que lo convierte en uno de los remanentes de supernova galácticos más circulares conocidos”. Fue detectado de forma casual en las imágenes del proyecto EMU, que traza un mapa evolutivo del universo utilizando el radiotelescopio ASKAP. Lo bautizaron Teleios, del griego antiguo, que significa “perfecto”.

La imagen es nítida: una burbuja casi circular que aparece con claridad en las frecuencias de radio, pero que apenas deja rastro en otros rangos del espectro. Esto lo convierte en un objeto de difícil clasificación, aunque la hipótesis principal apunta a una supernova tipo Ia.

Imagen de radio del remanente de supernova Teleios, obtenida con el radiotelescopio ASKAP. La imagen muestra la emisión total en radiofrecuencias (Stokes I), destacando la estructura circular del objeto (dentro del círculo blanco). El color indica la intensidad de la señal en miliJanskys por haz (mJy/beam), con zonas más claras representando mayor emisión. Fuente: Filipović et al. (2025), arXiv:2505.04041

Distancias inciertas, edades también

Uno de los mayores problemas para comprender qué es Teleios es la incertidumbre sobre su distancia. El equipo científico no ha podido determinar con precisión si se encuentra a 2,2 kilopársecs (unos 7.200 años luz) o a 7,7 kilopársecs (más de 25.000 años luz). Esta diferencia de escala complica enormemente la estimación de su tamaño y, por tanto, de su edad.

Si se encuentra más cerca, el diámetro de la esfera sería de 14 pársecs (unos 46 años luz), lo que sugeriría una edad inferior a los 1.000 años. Si está más lejos, el diámetro aumentaría hasta 48 pársecs (más de 150 años luz), y la edad superaría los 10.000 años. La forma casi perfecta de Teleios podría deberse a una explosión muy simétrica en un entorno excepcionalmente homogéneo, lo que no encaja bien con un remanente muy viejo.

Además, los modelos evolucionarios de supernovas de tipo Ia indican que debería haber emisión en rayos X, pero “no se observa emisión de rayos X detectable en las imágenes actuales de eROSITA”, como señala el estudio. Esta ausencia es uno de los puntos que más desconcierta a los investigadores.

Intensidad polarizada de la fuente de radio Teleios observada por el radiotelescopio ASKAP. Esta imagen muestra la distribución de la intensidad polarizada de la emisión, que puede revelar la presencia y orientación de campos magnéticos en el entorno del objeto. Los valores están expresados en miliJanskys por haz (mJy/beam), y se observa una estructura circular con zonas de mayor polarización hacia el borde inferior. Fuente: Filipović et al. (2025), arXiv:2505.04041

Una supernova atípica… ¿o algo completamente distinto?

Los autores han considerado otras posibilidades. Por ejemplo, la hipótesis de que Teleios sea el remanente de una supernova tipo Iax, una variante menos energética que no destruye completamente la estrella original. Este tipo de explosión dejaría tras de sí una estrella “zombi”, una enana blanca parcialmente intacta.

En este escenario, “Teleios estaría mucho más cerca, a menos de 1 kilopársec, y tendría un tamaño de solo 3,3 pársecs”. En efecto, hay una estrella en esa región que podría encajar con este perfil, pero ninguna de las otras medidas de distancia apoyan una ubicación tan próxima. La falta de consenso en los datos complica aún más esta hipótesis.

La posibilidad más exótica, pero considerada y descartada, fue la de una esfera artificial, como una hipotética Esfera de Dyson. Sin embargo, la ausencia total de emisión infrarroja en la región invalida esta idea. También se descartaron otras opciones como regiones HII, nebulosas planetarias o burbujas de viento estelar.

Mapa de la medida de rotación (RM) en la región de Teleios. Muestra cómo el campo magnético y el medio ionizado alteran la polarización de la señal de radio (efecto Faraday). Los valores están en rad/m². Fuente: Filipović et al. (2025), arXiv:2505.04041

Las propiedades físicas de Teleios

Teleios destaca no solo por su forma, sino también por su bajo brillo superficial y su espectro de radio algo más empinado de lo normal. El índice espectral medido es de –0,6 ± 0,3, lo cual puede sugerir un remanente relativamente joven o, en su defecto, uno muy antiguo. Lo habitual para los remanentes de tipo concha es un valor en torno a –0,5.

El estudio midió este valor combinando observaciones a 943,5 MHz con ASKAP y a 151,5 MHz con GLEAM-X. La señal era débil y las incertidumbres considerables, pero la coherencia de los resultados permitió establecer este índice como el más fiable. También se estimó que “el objeto tiene uno de los brillos superficiales más bajos entre todos los remanentes de supernova conocidos”.

Respecto a la polarización, no se detectó emisión polarizada coincidente con Teleios. Esto podría deberse a un campo magnético orientado de forma tal que reduce la intensidad observada de la radiación sincrotrón en nuestra dirección, o a una alta rotación de Faraday en el entorno, que enmascara la polarización.

El significado de un nombre: Teleios

Uno de los detalles más sugerentes de este descubrimiento es el nombre elegido por los astrónomos: Teleios. No es un acrónimo técnico ni una designación aleatoria. Es una palabra griega que significa “perfecto”, “completo” o “pleno”, y que ha sido utilizada desde la Antigüedad para expresar la culminación de algo en su forma ideal. En el artículo original, los investigadores explican que lo bautizaron así “debido a su forma casi perfectamente circular”, algo extremadamente inusual entre los restos de supernovas observados hasta ahora.

En griego clásico, teleios (τέλειος) aparece en numerosos textos filosóficos, especialmente en la obra de Aristóteles, quien lo usaba para describir aquello que ha alcanzado su fin natural. También aparece en textos cristianos del Nuevo Testamento, donde suele traducirse como completo o maduro. Esta carga simbólica del nombre encaja bien con la impresión que genera el objeto: una estructura aparentemente terminada, cerrada, autosuficiente.

Más allá de la etimología, Teleios no es un nombre habitual en astronomía ni en la cultura popular, pero su sonoridad puede recordar a nombres usados en el cine o los videojuegos para personajes místicos, deidades o inteligencias artificiales. De hecho, aunque no hay un personaje canónico con ese nombre exacto en mitología griega, “teleios” era un epíteto que se aplicaba a varios dioses, especialmente a Apolo y Zeus, en sus formas plenas y purificadas, asociadas con la perfección y la trascendencia.

Al elegir un nombre con resonancias filosóficas, religiosas y estéticas, los autores no solo describen una propiedad geométrica, sino que sugieren que este objeto merece atención no solo por su rareza física, sino también por lo que puede enseñarnos sobre las formas extremas de orden en el universo. En un entorno como el cosmos, donde el caos y la asimetría dominan, encontrar algo tan “perfecto” como Teleios no puede dejar indiferente a nadie.

¿Qué lo hace tan redondo?

El hecho más llamativo de Teleios es su simetría. Esta propiedad no es común, ni siquiera entre los remanentes de supernova que están en la fase Sedov, donde la expansión es impulsada por presión y tiende a producir formas esféricas. Aun así, en la mayoría de los casos aparecen distorsiones causadas por el medio interestelar, como nubes de gas o campos magnéticos irregulares.

Teleios podría estar expandiéndose en un entorno especialmente homogéneo, o estar orientado de forma que vemos su estructura de frente, lo que acentúa su simetría aparente. Como señala el equipo, “esta morfología circularmente simétrica suele ocurrir en regiones donde las líneas del campo magnético galáctico están orientadas en la línea de visión”.

También se ha propuesto que la forma podría deberse a un estado evolutivo específico. Si Teleios está aún en una fase temprana de expansión, o si se formó dentro de una burbuja de viento muy poco densa, eso explicaría la ausencia de irregularidades visibles. La combinación de rarefacción del medio y geometría del campo magnético podría ser clave para entender su aspecto.

Detección de una posible estrella remanente asociada a Teleios. A la izquierda, imagen de radio con contornos (en rojo) que destacan la emisión de Teleios y un recuadro ampliado con un candidato a estrella zombi (en negro). La cruz verde indica la posición propuesta. A la derecha, imagen en mayor resolución centrada en esa región. Fuente: Filipović et al. (2025), arXiv:2505.04041

¿Un nombre también de ciencia ficción?

Curiosamente, Teleios no solo es una palabra de origen griego o un término usado en filosofía clásica. También fue el título original de una película de ciencia ficción estrenada en 2017, que más tarde se distribuyó con el nombre Beyond the Trek. En esta historia futurista, una tripulación de humanos genéticamente diseñados para ser “perfectos” viaja a una nave espacial en misión de rescate. Lo que encuentran pone a prueba sus límites físicos y emocionales, y cuestiona qué significa realmente ser completo o superior.

Aunque no hay relación directa entre el nombre del remanente astronómico y la película, ambos comparten una fascinación por la idea de perfección como algo que puede esconder una verdad más compleja. En el caso de Teleios, el remanente galáctico, su simetría desafía las expectativas científicas. En la ficción, esa misma “perfección” acaba mostrando sus grietas.

Una coincidencia de nombres que, sin proponérselo, establece un puente entre el universo real y los imaginarios, y refuerza el poder evocador de ciertas palabras.

Un rompecabezas sin solución (por ahora)

La investigación no ha sido concluyente, pero sí exhaustiva. Se han descartado explicaciones alternativas, se han probado varios modelos y se ha comparado con otros remanentes conocidos. Teleios no encaja cómodamente en ninguna de las categorías actuales, lo que lo convierte en un excelente candidato para futuras observaciones más detalladas.

Los autores admiten en su artículo que “todos los escenarios posibles presentan desafíos, especialmente considerando la falta de emisión de rayos X que se esperaría detectar según nuestros modelos evolutivos”. Aunque la opción más probable es que se trate de una supernova tipo Ia, el caso sigue abierto.

Teleios representa un ejemplo claro de cómo la ciencia avanza incluso cuando no encuentra respuestas inmediatas. Un hallazgo como este no solo plantea preguntas, sino que también obliga a refinar las herramientas, los modelos y los métodos con los que se explora el universo.

Referencias

  • M. D. Filipović, Z. J. Smeaton, R. Kothes, S. Mantovanini et al. “Teleios (G305.4–2.2) – The mystery of a perfectly shaped new galactic supernova remnant”. Publications of the Astronomical Society of Australia (2025), 1–19. DOI: 10.48550/arXiv.2505.0404.

Cortesía de Muy Interesante



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