Atapuerca reescribe la historia de la evolución: encuentran un fósil de 1,4 millones de años que desconcierta a la ciencia al no poder ser asignado con certeza a ninguna especie conocida

En lo profundo de la Sierra de Atapuerca, un hallazgo paleontológico está reescribiendo la historia de los primeros habitantes de Europa. Un equipo de arqueólogos y paleoantropólogos ha desenterrado los restos faciales más antiguos jamás encontrados en el continente occidental: un fósil de entre 1,1 y 1,4 millones de años. Este rostro pertenece a un linaje humano desconocido hasta ahora, lo que obliga a reconsiderar quiénes fueron realmente los primeros pobladores de esta región.

Un hallazgo que cambia el mapa de la evolución humana en Europa

El descubrimiento tuvo lugar en el yacimiento de Sima del Elefante, dentro del complejo arqueológico de Atapuerca, una de las zonas más ricas en fósiles humanos de todo el planeta. La pieza clave del hallazgo es un fragmento del rostro izquierdo de un homínido, que incluye parte del maxilar y el pómulo. Hasta ahora, se pensaba que la primera especie humana en habitar Europa occidental había sido Homo antecessor, cuyos restos en la cercana Gran Dolina habían sido datados en unos 900.000 años. Sin embargo, este nuevo fósil es varios cientos de miles de años más antiguo y tiene rasgos que no encajan del todo con los de Homo antecessor ni con otras especies conocidas.

El análisis de la estructura ósea sugiere una mayor similitud con Homo erectus, una especie que surgió en África hace unos dos millones de años y se expandió por Asia y Europa oriental. Sin embargo, el fósil de Atapuerca no encaja exactamente en esta categoría, por lo que los investigadores han optado por clasificarlo como Homo affinis erectus, es decir, un pariente cercano de Homo erectus pero con características propias que podrían indicar una nueva especie.

El fragmento fosilizado de la parte media del rostro de Homo aff. erectus
El fragmento fosilizado de la parte media del rostro de Homo aff. erectus. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

¿Quién fue “Pink”? El enigma de un ancestro olvidado

El fósil ha sido apodado “Pink” en honor al álbum The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, un juego de palabras con la “cara oculta” de la evolución humana en Europa. Eso sí, el nombre “Pink” no solo hace alusión al álbum musical, sino que también es un guiño al nombre de la autora principal del estudio, Rosa Huguet. A pesar de que se trata solo de una pequeña porción del cráneo, su relevancia es enorme. No solo sugiere que la colonización del continente occidental ocurrió antes de lo que se creía, sino que también plantea la posibilidad de que distintas especies humanas coexistieran en Europa en épocas muy tempranas.

Junto al fósil, los arqueólogos han hallado herramientas de piedra y restos de animales con marcas de corte, lo que sugiere que estos primeros europeos ya eran cazadores y usaban herramientas para procesar la carne. Estos hallazgos refuerzan la idea de que la Sima del Elefante fue un lugar de asentamiento para grupos humanos primitivos, posiblemente una parada en sus rutas migratorias a través del continente.

Los investigadores desentierran fósiles de homínidos y pequeños animales en el suelo de la cueva de la Sima del Elefante, en España
Los investigadores desentierran fósiles de homínidos y pequeños animales en el suelo de la cueva de la Sima del Elefante, en España. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

El hallazgo de “Pink” no solo amplía la cronología de la presencia humana en Europa, sino que también invita a preguntarse qué ocurrió con esta población. Si bien parece que este grupo habitó la región durante un tiempo considerable, alrededor de un millón de años atrás su presencia desaparece de los registros fósiles. Poco después, Homo antecessor se convirtió en la especie predominante en la zona, lo que plantea la duda de si hubo una coexistencia entre ambos grupos o si los recién llegados reemplazaron a los primeros habitantes.

Los científicos sugieren que factores climáticos pudieron haber influido en esta desaparición. En ese periodo, Europa experimentó cambios drásticos en el clima, con ciclos de glaciaciones que transformaron los ecosistemas. Si los habitantes primitivos de Atapuerca no lograron adaptarse, podrían haber sido desplazados por otras poblaciones con mejores estrategias de supervivencia.

Costilla de un pequeño animal con marcas de corte, hallada en el nivel TE7 de la Sima del Elefante (Sierra de Atapuerca, Burgos). En la parte inferior izquierda, las incisiones están interrumpidas por una fisura. En el centro, las marcas presentan estrías de abrasión debido al pisoteo. A la derecha, un detalle ampliado de una de las marcas de corte
Costilla de un pequeño animal con marcas de corte, hallada en el nivel TE7 de la Sima del Elefante (Sierra de Atapuerca, Burgos). En la parte inferior izquierda, las incisiones están interrumpidas por una fisura. En el centro, las marcas presentan estrías de abrasión debido al pisoteo. A la derecha, un detalle ampliado de una de las marcas de corte. Fuente: Nature (2025) / Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

Las próximas pistas sobre el origen de los primeros europeos

Este descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre el poblamiento de Europa. Los arqueólogos seguirán excavando en los niveles más profundos de la Sima del Elefante en busca de más restos que puedan esclarecer la identidad de “Pink” y su relación con otras especies humanas. Además, estudios paleoproteómicos de los dientes podrían revelar detalles genéticos que ayuden a situarlo en el árbol evolutivo.

Lo que está claro es que la historia de la evolución humana en Europa es mucho más compleja de lo que se pensaba. La llegada de los primeros homínidos al continente occidental pudo haber sido un proceso de oleadas sucesivas, con distintas especies entrando y desapareciendo a lo largo del tiempo. La Sima del Elefante, con su excepcional registro fósil, seguirá revelando secretos sobre los primeros capítulos de nuestra historia.

Referencias

  • Huguet, R., Rodríguez-Álvarez, X.P., Martinón-Torres, M. et al. The earliest human face of Western Europe. Nature (2025). doi:10.1038/s41586-025-08681-0

Cortesía de Muy Interesante



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