¿Cómo saltar de un drama como La ballena, teniendo en su curriculum películas como El cisne negro, a una película de acción, humor y suspenso en la que el protagonista no es precisamente lo que se dice un héroe de acción, sino un tipo común y corriente? Es lo que hace Darren Aronofsky con Austin Butler al frente del elenco de Atrapado robando.
Para aquellos que siguen la carrera del director de Réquiem por un sueño, esta película es una rareza, una excentricidad. Porque la firma del director de las ambiciosas (y fallidas) Madre!, con Jennifer Lawrence, y La fuente de la vida, con John Hugh Jackman, está, se nota, aunque el género le sea un tanto ajeno.
Bueno, después de todo esto es una tragicomedia.
Butler, que fue el Elvisde Baz Luhrmann por la que fue candidato al Oscar, es Hank, un ex beisbolista que frustró su carrera tras un accidente estando al volante, se gana la vida como puede siendo un bartender en un barsucho de la Nueva York de fines de los años ’90.
Y la vida le cambia cuando acepta cuidarle el gato a un vecino.
No es un vecino cualquiera. Russ (Matt Smith, de The Crown y House of the Dragon), con su corte de pelo estilo mohicano y multicolor, le dice que debe viajar a Inglaterra porque su padre sufrió un ataque cardíaco. El le cuida al gato, que muerde, pero lo que nunca imaginó es que sufriría y escalaría un espiral de violencia inusitada cuando un par de matones que buscan a Russ le peguen una paliza para que no se olvide.
Obvio que están buscando algo que no vamos a revelar, pero Hank irá, cada vez más, metiéndose en un embrollo difícil de resolver.
La trama es intrincada, pero presenta muchas, muchísimas caras conocidas en roles desde coprotagónicos a casi cameos. Como Zoë Kravitz, la novia de Hank, o el mismísimo Bad Bunny -con su nombre original en los créditos, Benito Martínez Ocasio- como un mafioso puertorriqueño.
Y está Regina King como la agente de policía que, tal vez, quizá, en una de ésas pueda o no salvar a Hank. Y Carol Kane como la abuela de un par de mafiosos judíos, que son Liev Schreiber y otro irreconocible, Vincent D’Onofrio.
Y como un guiño, seguramente, a Después de hora, está Griffin Dune, completamente irreconocible como Paul, el dueño del bar donde trabaja(ba) Hank.
El tono juguetón del filme, que bien pudo haber sido dirigido por Guy Ritchie o hasta por el mismísimo Quentin Tarantino, no le resta maestría ni oficio al trabajo de Aronofsky. Es como subirse a una montaña rusa en la que nada es lo que parece, hay sorpresas en cada giro del carrito, el ritmo es vertiginoso y si al final del recorrido uno se siente aliviado es porque la tensión fue lo suficientemente bien administrada como para sentirse satisfecho.
Comedia / Thriller. Estados Unidos, 2025. Título original: “Caught Stealing”. 107’, SAM 16. De: Darren Aronofsky. Con: Austin Butler, Zoë Kravitz, Matt Smith, Bad Bunny, Regina King. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta, Houssay, Pilar y Avellaneda, Showcase Belgrano y Norcenter.
Cortesía de Clarín
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