El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos sorprendió con una nueva campaña de comunicación para publicitar la detención y deportación de inmigrantes indocumentados. El organismo difundió en sus redes sociales un video en el que se apropia de la introducción de Pokémon, la serie animada japonesa que marcó a varias generaciones desde los años 90, bajo el lema “¡Atrápalos ya!”.
El material combina escenas de Ash Ketchum, el protagonista del animé, con imágenes de operativos policiales en los que agentes detienen a personas acusadas de ingresar de manera irregular al país. Con esta fórmula, la administración de Donald Trump buscó presentar su política migratoria como una especie de juego en el que los inmigrantes son los “enemigos” a capturar.
La estrategia no pasó desapercibida: mientras algunos sectores cercanos al oficialismo destacaron la “creatividad” de la propuesta, organizaciones de derechos humanos denunciaron la banalización de la persecución a comunidades migrantes.
Cartas de “los más buscados”
El video no fue el único recurso de la campaña. En sus perfiles oficiales, el Departamento de Seguridad Nacional también publicó una serie de cartas digitales inspiradas en el formato de los clásicos naipes Pokémon, hoy convertidos en un objeto de culto y coleccionismo en Estados Unidos.
En cada carta se detalla el nombre del sospechoso, los delitos que se le imputan, su nacionalidad y una breve descripción. De esa manera, los inmigrantes buscados por las autoridades son presentados con la misma lógica con la que se identifican a los personajes de la saga japonesa.
Acompañadas por la mítica sintonía del animé, que se volvió viral a mediados de los 90 y sigue vigente entre fanáticos de la serie y de los videojuegos, las publicaciones refuerzan la idea de una “caza” oficial, ahora traducida en términos lúdicos y culturales.
Una política en clave mediática
El uso de referencias culturales masivas para transmitir mensajes de endurecimiento migratorio no es nuevo en la administración de Donald Trump, que ha buscado distintas estrategias para instalar el tema en la agenda pública.
En esta ocasión, la polémica se potenció por el contraste entre la estética infantil de Pokémon y la gravedad de los operativos policiales contra personas migrantes.
Con este paso, el gobierno republicano buscó legitimar la lucha contra la inmigración ilegal apelando a una narrativa accesible y reconocible para la sociedad estadounidense.
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Cortesía de Página 12
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