Autorregulación y normas globales, claves para aprovechar la IA

El mayor reto para las organizaciones con el aprovechamiento de la inteligencia artificial (IA) está en su capacidad para adoptar un modelo ético, transparente y estratégico que potencie su actividad, contrario a la creencia de que los criterios técnicos son el obstáculo.

“El problema no es la IA en sí, sino el uso que le damos (…) La inteligencia artificial no reemplazará a las personas, serán las personas que sepan usar esa tecnología quienes desplacen a aquellas no lo hagan”, refirió Francisco Carlos, director general de Generat IA.

El experto relata así que las empresas mexicanas han comenzado a optar por una autorregulación y por dar seguimiento a normas internacionales para integrar la IA a su cotidianidad.

Ya desde diciembre del 2023, se publicó la norma internacional ISO/IEC 42001, más enfocada al establecimiento de reglas sobre gobernanza, gestión de riesgos y uso ético de la IA.

El estándar se presentó como una guía para empresas que comienzan a implementar tecnología de inteligencia artificial o que buscan reforzar sus políticas internas.

Aunque el debate regulatorio en México sigue abierto, algunas organizaciones han optado mejor por autorregularse.

“No se puede esperar a que llegue la legislación. La autorregulación es una necesidad estratégica”, dijo Francisco Carlos.

Uno de los principales riesgos de la IA son los sesgos automatizados que pueden afectar decisiones sensibles. Por ello, la capacitación continua y especializada del talento humano se vuelve necesaria.

La adopción responsable de IA implica beneficios en atención, evaluación de riesgos y eficiencia operativa para todas las entidades. Según PwC, las empresas que incorporan IA con criterios éticos consiguen ventaja en reputación y productividad.

“No se trata de subirnos a la moda. Se trata de construir cimientos sólidos con esta tecnología. La IA es como un río: no se detiene, pero sí podemos dirigir su cauce (…) Las empresas pueden apoyarse en organismos expertos, creadores de normas como BSI que ayudan a las organizaciones a establecer o utilizar sistemas de IA de forma responsable, optimizando los beneficios y cumpliendo con los requisitos reglamentarios”, dijo.

Cortesía de El Economista



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