México se alista para dar un golpe de timón. Claudia Sheinbaum envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de decreto para imponer un arancel a diversas mercancías de las industrias automotriz y motocicletas procedentes de China, que entrarían en vigor 30 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2026. La medida, que hoy mantiene un impuesto del 20%, y buscaría llevarlo hasta 50%, intentaría proteger la industria automotriz nacional y asegurar la producción de refacciones, repuestos y vehículos en el país.
Esta iniciativa surge del Plan Nacional de Desarrollo y Plan México diseñados en teoría para revertir la dependencia hacia cadenas globales de valor que priorizaron la importación barata. Modelo que generó vulnerabilidad frente a crisis externas y frenó la industrialización local. Gran parte de las autopartes y motocicletas que llegan desde China abaratan la producción, pero dejan fuera a proveedores nacionales que podrían desarrollar tecnologías y empleos en territorio mexicano.
La iniciativa de decreto incluye piezas clave como embragues, volantes, bolsas de aire, radiadores, frenos de tambor, cajas de dirección y tanques de combustible. También afectará a transmisiones de velocidades automáticas y manuales, así como motocicletas con motores de hasta 250 centímetros cúbicos y superiores a 500 centímetros cúbicos, incluidas versiones eléctricas y trimotos de diferentes configuraciones. La estrategia apunta a incentivar el ensamblaje y la fabricación de componentes dentro del país para equilibrar la balanza comercial y reducir la dependencia de capital extranjero.
Según información de Expansión, la Industria Nacional de Autopartes (INA) ve en esta medida una oportunidad histórica. Gabriel Padilla, director del organismo, afirmó que el posible arancel forma parte de la negociación con Estados Unidos y Canadá, socios clave en la producción de autos para Norteamérica. Según Padilla, el objetivo inmediato es robustecer el mercado interno de refacciones y repuestos, para impulsar una trazabilidad clara del origen de cada componente que alimente la fabricación nacional.
Buque con mercancía procedente de China.
La propuesta no se limita al sector automotriz. La iniciativa de decreto también considera aranceles para sectores textil, plástico, siderúrgico, electrodomésticos, aluminio y vidrio, para buscar un efecto dominó en la creación de cadenas productivas nacionales que eleven el contenido tecnológico de las exportaciones mexicanas. La intención parece clara: modernizar la estructura industrial con una base productiva menos dependiente de China. El titular de la Secretaría de Economía también habló al respecto durante la inauguración Expo Pyme 2025.
“Aranceles sí, sí es un instrumento. De hecho, ya lo pusimos en práctica con textiles. Se aplicó un arancel del 35%. Y ahora va a haber aranceles a otros sectores en donde vemos que está creciendo mucho el déficit de México. O sea, esto es una medida para tratar de reducirlo. Autos ligeros, plásticos, partes de electrónica. Claro, hay que cuidar que tengas reemplazo, porque si no lo puedes reemplazar, no le puedes imponer un arancel. Lo que vamos a hacer es subirlo al máximo permitido. Lo vamos a llevar más alto que nos permite la Organización Mundial de Comercio, que llega hasta 50%. ¿Por qué? Porque los precios a los que están llegando a México están debajo de lo que nosotros llamamos precios de referencia”.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México.
En este contexto, un autos ligero podría ser el ATV Z10 de CFMOTO, que tiene un motor V-twin de 962 centímetros cúbicos con 89 caballos de fuerza, hasta un BYD Dolphin Mini con motor eléctrico con 55 Kw y 75 caballos de fuerza. Sin embargo, el gobierno de México aún no especificó los modelos y marcas que podrían ser acreedores al arancel del 50%. Pero existe la posibilidad de riesgo para marcas como MG, Chirey o nuevas marcas que lleguen a México procedentes de China.

BYD Dolphin Mini.
¿La nueva era del comercio internacional mexicano?
Parece que el gobierno mexicano también intenta dejar claro que esta política no es un acto aislado, sino parte de una estrategia regional que prioriza la industrialización sustentable. Busca alinear los incentivos para que cada planta, desde la fabricación de frenos hasta la producción de motocicletas eléctricas, genere innovación, empleo bien pagado y contenido tecnológico nacional.
Si se aprueba, el nuevo arancel del 50% marcaría un cambio profundo para marcas chinas con fuerte presencia en refacciones y motocicletas de bajo costo, mientras abriría hipotéticamente la puerta a proveedores locales con capacidad para desarrollar productos competitivos dentro de un aparente nuevo marco industrial mexicano.
Cortesía de Xataka
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