
La baja del tenista Jannik Sinner para la fase final de la Copa Davis no ha sentado bien en Italia: según una encuesta publicada este domingo, el 63% de los italianos consideran injustificable la decisión del N.2 del mundo.
Según el sondeo realizado por el instituto SWG para el periódico deportivo La Gazzetta dello Sport, sólo un 37% de las 800 personas interrogadas consideran la decisión de Sinner, gran artífice de los títulos de Italia en la competición en 2023 y 2024, “comprensible y justificable”.
Te puede interesar
Un 42% lo considera “comprensible pero injustificable”, y para un 21% es “incomprensible e injustificable”.
Alrededor de un 30% de los italianos interrogados estima incluso que Sinner debería ser sancionado por no participar en la Copa Davis este año.
El tenista italiano, que disputa este domingo la final del torneo de Viena contra el alemán Alexander Zverev, justificó su ausencia en la fase final de la Copa Davis (18-23 de noviembre) en casa, en Bolonia, aludiendo a la preparación para la temporada 2026.
“Fue una decisión difícil de tomar, pero la Copa Davis la ganamos en 2023 y 2024. Mi objetivo después de Turín (donde se disputarán las ATP Finals del 9 al 16 de noviembre) es regresar bien “hacia 2026”, explicó a comienzos de semana.
“Una semana más (de preparación) parece poco, pero marca toda la diferencia”, indicó Sinner, que en 2025 conquistó los Grand Slam de Australia y Wimbledon.
Sinner, de 24 años, recibió críticas por haber preferido disputar una exhibición en Arabia Saudita con cuantiosos premios, el Six Kings Slam, antes que jugar ante su público italiano en Bolonia.
La antigua gloria del tenis italiano Nicola Pietrangeli calificó la decisión de Sinner de “auténtica bofetada para el deporte italiano”.
“La Copa Davis es lo más importante, el objetivo de cualquier deportista es lucir la camiseta de Italia. Pero desgraciadamente, hablo de otra época (…) Hoy el mundo está lleno de dinero y se deja el corazón de lado”, lamentó Pietrangeli, capitán de Italia en su primer título en Copa Davis (1976).
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: