Benoît Saint Denis (15-3-0) es uno de los luchadores más mediáticos de la UFC. El Dios de la Guerra tuvo un meteórico ascenso en la clasificación del peso ligero, donde actualmente se encuentra en el número 13. El francés tendrá una oportunidad de oro el próximo 15 de noviembre en UFC 322, donde se enfrentará a Beneil Dariush en uno de los duelos más emocionantes de la noche.
A sus 29 años, Saint Denis trabaja por conseguir su oportunidad por el título de la división, aunque para ello será clave una victoria ante el luchador de ascendencia iraní. El francés no niega el talento del actual campeón de las 155 libras —Ilia Topuria—, aunque considera que no es invencible. “Topuria es un muy buen peleador, pero creo que no se ha enfrentado a los estilos que podrían complicarle más las cosas”, afirmaba el Dios de la Guerra en una entrevista en RMC Sport.
“Es un peleador muy grande para sus 66kg, así que a los 70kg sigue siendo muy sólido. Pero creo que hay varios perfiles y estilos de pelea que podrían causarle problemas, y vamos a intentar ganarnos nuestro lugar para poder enfrentarlo algún día. Depende de mí demostrarles que puedo ganarme mi lugar para tener esta oportunidad“, aseguraba el francés.
Saint Denis, que atrae a los fans por su estilo agresivo y su enorme capacidad de finalización, llega a su cita en UFC 322 con dos victorias consecutivas ante Kyle Prepolec y Mauricio Ruffy. El 2024 no fue un gran año para el francés, que vio frenadas sus aspiraciones al título tras caer derrotado ante Dustin Poirier en UFC 299 y unos meses más tarde, ante Renato Moicano.
Con once triunfos por sumisión y otros cuatro por nocaut, el Dios de la guerra es sinónimo de espectáculo. El próximo 15 de noviembre en el Madison Square Garden de Nueva York el francés puede dar otro importante paso en su carrera por el cinturón.
Cortesía de 20 Minutos
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