
La cotización del bitcoin se desplomó cerca de 7% el viernes, y se acercó al piso de los 80,000 dólares, al tiempo que los inversionistas continuaban su huida de los activos de riesgo y se refugiaban en opciones más defensivas.
El precio del bitcoin llegó a bajar hasta 80,618 dólares por unidad, marcando un nuevo mínimo de siete meses, con lo que registró una pérdida de 6.92%, para después aminorar la caída y cerrar la jornada en 85,131 dólares por unidad, o una pérdida de 1.71 por ciento.
La presión bajista sobre el precio de la criptomoneda más valiosa del mercado la ha llevado hacia un llamado cruce de la muerte (death cross); es decir, cuando el precio promedio de un activo a corto plazo cae por debajo del precio promedio a largo plazo. Es un patrón técnico que típicamente señala un impulso bajista prolongado.
El criptoactivo cerró la semana con una caída cercana a 10%, pero durante el fin de semana, el precio del bitcoin repuntó y cotizó alrededor de los 87,768 dólares el domingo, registrando una ganancia de 3.1% respecto al cierre del viernes, con lo que marcó un retroceso de 7.18 por ciento.
El Índice de Miedo y Codicia de CoinMarketCap, que mide el sentimiento del mercado en una escala de 0 a 100, se ha desplomado hasta los 10 puntos, su nivel mínimo desde marzo. Cuando este índice cae por debajo de 20, señala “miedo extremo”.
Para los analistas de Bitget, la plataforma de intercambio de criptoderivados, el descenso se aceleró tras la ruptura del soporte psicológico de los 90,000 dólares. El cierre abrupto de posiciones amplificó la presión vendedora y redujo drásticamente la liquidez del mercado.
“Las salidas récord de los ETFs contribuyeron a la corrección, pero no fueron el detonante principal”, explicó Gildardo Herrera, director de estrategia y operaciones para Latinoamérica en Bitget.
“Estamos viendo el efecto acumulado de meses de presión macroeconómica, que dejó al mercado extremadamente sensible a cualquier choque de liquidez”.
“En el corto plazo, estos movimientos pueden mantener la presión, porque los operadores siguen en modo defensivo y muchos fondos están reduciendo exposición a activos de riesgo”, agregó Herrera. “Los flujos institucionales siguen presentes, pero quedan eclipsados por el volumen de ventas forzadas. Esperamos episodios de alta volatilidad mientras el mercado intenta estabilizarse”.
Además, el panorama macroeconómico impulsa la caída del criptoactivo. Hace unas semanas, los analistas valoraban una probabilidad del 97% de que la Reserva Federal (Fed) recortara las tasas de interés en diciembre, pero esas probabilidades se han desplomado a poco más de 30%, de acuerdo con la herramienta FedWatch de CME Group.
Los funcionarios de la Fed están abiertamente divididos, con muchos señalando que preferirían mantener las tasas sin cambios hasta fin de año. Para activos de riesgo como las criptomonedas que prosperan en entornos de tasas de interés bajas la decisión de diciembre podría afectarles más.
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Cortesía de El Economista
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