BMW se prepara para despedir al Z4, su roadster más icónico de las últimas dos décadas, con una Edición Final que cierra 23 años de historia y deja fecha concreta para el adiós: la producción termina en marzo de 2026. No solo se va un deportivo descapotable, se va una parte de la identidad más pasional de la marca bávara.
La Edición Final del BMW Z4 destaca desde el primer vistazo gracias al acabado Frozen Matt Black. El tono negro mate resalta cada trazo del cofre largo y la parte trasera compacta, mientras el paquete exterior M High-gloss Shadowline refuerza el carácter agresivo del biplaza. Quien no quiera ese color exclusivo puede elegir otros tonos de la paleta Z4 sin costo extra. El freno M Sport en rojo intenso toma protagonismo detrás de los rines y no solo aporta capacidad de detención ejemplar, también suma un guiño visual propio de autos pensados para el entusiasta.
Por dentro, la Edición Final también deja claro que no se trata de un Z4 cualquiera. Costuras rojas recorren tablero, consola central, paneles de puerta y asientos M Sport con combinación de piel Vernasca y Alcántara. El volante M forrado en Alcántara repite ese contraste y las molduras de umbral con grabado específico recuerdan a cada entrada al habitáculo que el propietario maneja algo irrepetible.
La Edición Final no se limita a una sola versión. Llega a los BMW Z4 sDrive20i y sDrive30i, además del tope de gama Z4 M40i con motor seis cilindros en línea turbocargado de 340 caballos de fuerza. Ese bloque mantiene viva la tradición de la marca en motores largos y suaves que suben de vueltas con facilidad, algo cada vez menos común en un mercado dominado por la electrificación.
BMW Z4 Final Edition desde el interior.
BMW Z4: Una historia digna de recordar
El adiós del Z4 duele porque su historia arrancó en 2002 como heredero directo del Z3. El primer Z4 salió desde la planta de Spartanburg, en Carolina del Sur, con silueta de cofre extenso, cola corta y posición de manejo baja casi sobre el eje trasero. Esa receta, con rigidez torsional ejemplar y reparto de peso 50/50, convirtió al descapotable en referencia dinámica dentro de su segmento. Dentro de esa primera generación brilló el Z4 M Roadster, que montó el seis en línea del M3 con 340 caballos de fuerza y alcanzó el cero a 100 km/h en solo cinco segundos, cifra que hoy todavía intimida a muchos compactos deportivos.
La segunda generación llegó en 2008 y cambió por completo la fórmula del techo. El nuevo Z4 E89 adoptó techo rígido de aluminio con accionamiento electrohidráulico. Cerrado entregaba la sensación de coupé deportivo de lujo y, con el techo guardado, recuperaba el espíritu de roadster puro. También mejoró espacio para cabeza y codos, e integró por primera vez el sistema de infoentretenimiento BMW iDrive.

Generaciones del BMW Z4.
La tercera generación, presentada en 2018 en Pebble Beach, devolvió el techo de tela y abrazó una interpretación más moderna del clásico deportivo descapotable. Interior centrado en el conductor, ayudas de manejo de nueva era y conectividad completa se combinaron con el motor seis cilindros en línea de tres litros con tecnología M TwinPower Turbo. Desde 2024 existe versión con transmisión manual denominada Pure Impulse en mercados seleccionados, último regalo para quien todavía busca cambio de tercera con palanca tradicional.
Con la Edición Final, el BMW Z4 se despide en la cúspide de su concepto. Representa el cierre de una etapa donde los roadster de dos plazas aún tenían espacio frente a la oleada de SUV. También deja una oportunidad clara para coleccionistas y fans de la marca: asegurar un deportivo que nació como sucesor del Z3 y baja el telón después de 23 años como uno de los últimos grandes descapotables de la firma alemana.
Cortesía de Xataka
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