Boric anunció la transformación de Punta Peuco en cárcel común para los represores

El presidente de Chile, Gabriel Boric, se presentó este domingo ante el Congreso Nacional para ofrecer la última Cuenta Pública de su gestión, un balance de su paso por La Moneda, en el que anunció la reforma del penal de Punta Peuco en cárcel comúncalificó al gobierno de Israel de “régimen genocida”, e impulsó el debate de un proyecto para despenalizar el aborto.

Durante su discurso de casi tres horas, Boric defendió el rumbo de su administración pese a la fragmentación parlamentaria y las resistencias a sus reformas estructurales. Destacó avances en seguridad pública, reducción de la  migración irregular y crecimiento económico. “Estoy orgulloso de lo que hemos hecho como gobierno, pero sobre todo, estoy orgulloso de Chile”, expresó en redes sociales.

Reivindicó la capacidad de su gobierno para “ajustar prioridades sin abandonar los principios” y valoró la unidad alcanzada por su coalición en esta etapa final, destacando además la ampliación de alianzas que permitió avanzar en reformas clave. 

Seguridad pública

El discurso comenzó con una referencia inevitable: el estallido social de octubre de 2019, que Boric vivió como dirigente estudiantil. Rechazó que se lo reduzca a un acto de violencia, y defendió su carácter de expresión legítima de malestar colectivo donde los chilenos “exigieron acabar con los abusos” del poder. “No todo estaba bien, pero tampoco todo estaba mal”, reflexionó, insistiendo en que “no se puede construir futuro sin entender las raíces del conflicto”.

En materia de seguridad, resaltó la destrucción de 67.000 armas, la baja en el número de lesionados por hechos violentos y la implementación del Plan Maestro Penitenciario, que proyecta 15.000 nuevas plazas carcelarias en cinco años. “No permitiremos que se normalice la delincuencia”, aseguró.

Uno de los anuncios más resonantes fue el fin del régimen especial del penal Punta Peuco, construido en 1995 para alojar a condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, que organizaciones de derechos humanos denunciaban daban un trato preferencial a sus internos. “No hay justificación moral ni jurídica para mantener privilegios carcelarios”, afirmó antes de anunciar que el recinto será transformado en una prisión común.

Lorena Pizarro, histórica referente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), celebró la decisión como el fin de unavergüenza para el país” en un mensaje en redes en el que pidió “justicia, verdad, no a la impunidad”.

En el oficialismo, la diputada por el Frente Amplio (FA), Carolina Tello, destacó: “Ningún criminal de lesa humanidad merece privilegios. El respeto a los derechos humanos exige igualdad ante la ley, justicia efectiva y memoria viva”. El diputado y candidato presidencial por FA, Gonzalo Winter, señaló que el país atraviesa una grave crisis penitenciaria en la que “Punta Peuco se convirtió en un privilegio para violadores de derechos humanos que hoy no tiene sentido seguir sosteniendo”. 

Michelle Bachelet, única expresidenta presente en la ceremonia, recordó que ella intentó una medida similar sin éxito. “El Presidente tiene el derecho de tomar esta decisión, siempre que se haga con respeto hacia todas las partes involucradas”, opinó. 

Por el contrario, el diputado por el Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, rechazó la medida que consideró en violación de los derechos de los prisioneros. “Primero habla de unidad y después avanza en su campaña de venganza contra las instituciones armadas y de seguridad de nuestro país”, espetó en sus redes tras retirarse del recinto de forma anticipada.

En el plano de la seguridad ciudadana, Boric destacó avances en el control fronterizo y la reducción del 48 por ciento en la migración irregular, “uno de los malos legados del gobierno anterior”, según señaló. En lo económico, celebró que el crecimiento del PIB alcanzó un 2,3 por ciento, superando las expectativas del mercado según datos del Banco Central. También destacó la entrada en vigencia de una nueva ley integral contra la violencia hacia las mujeres.

El mandatario chileno aseguró que su gobierno logró revertir la tendencia al alza de los homicidios. Según el Informe de Homicidios de la Subsecretaría de Prevención del Delito durante 2022 se alcanzó el pico de homicidios, con 1.330 crímenes al año. Al año siguiente, la estadística llegó a 1.249 y el 2024 se registraron 1.207 casos, que refleja una caída de 22,8 por ciento desde el año de su asunción.

Uno de los momentos más intensos del discurso fue el llamado a debatir el proyecto de ley presentado esta semana, que propone despenalizar el aborto hasta las 14 semanas. Boric criticó el sistema actual, que obliga a miles de mujeres a abortar en la clandestinidad, y exhortó al Congreso a dar un debate “civilizado, sin vetos ni negaciones”.

“Por demasiado tiempo se ha tratado a las mujeres que abortan como criminales. Son miles al año, aunque no las quieran ver. Les pido que no le nieguen al país el debate democrático”, afirmó Boric, en medio de una reacción dividida entre aplausos y abucheos, reflejo de la polarización que persiste en la sociedad chilena.

Definiciones tajantes

Uno de los momentos más tensos del discurso fue su dura condena al gobierno de Israel, al que Boric calificó como un “régimen genocida” por sus acciones en la Franja de Gaza, aunque aclaró que no habrá una ruptura de relaciones diplomáticas. “Son estos mismos principios los que me han llevado a alzar fuerte la voz contra el genocidio y la limpieza étnica que el Gobierno de Israel está cometiendo sobre el pueblo palestino”, declaró.

Reiteró además el respaldo de Chile —que alberga a la comunidad palestina más numerosa fuera del mundo árabe, con unas 500.000 personas— a las acciones legales promovidas por Sudáfrica y México ante organismos internacionales para investigar posibles crímenes de guerra. “No peleemos entre pueblos. El responsable es un gobierno genocida, no el pueblo de Israel”, subrayó Boric.

El líder de izquierda había anunciado anteriormente el retiro de los agregados militares de la embajada chilena en Tel Aviv, la exclusión del contingente israelí de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), y su patrocinio de un proyecto de ley que prohíbe la importación de productos provenientes de asentamientos en territorios palestinos ocupados. Su intervención fue celebrada por la mayoría, pero rechazada por representantes del Partido Social Cristiano, como Francesa Muñoz y Sara Concha,  quienes llegaron con banderas de Israel y pañuelos celestes en protesta tanto por sus dichos como por su proyecto de ley sobre el aborto.

Boric continuó por cuestionar la invasión rusa a Ucrania, el denunciado fraude electoral en Venezuela, la represión en Nicaragua y, sin nombrarlo directamente, al modelo de seguridad del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, por el que muchos políticos chilenos se muestran “demasiado entusiastas”, en su consideración. “Por muy popular que un mandatario sea circunstancialmente, desconocer las reglas democráticas y retroceder en derechos y libertades siempre termina costando caro”, advirtió.

Cortesía de Página 12



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