Brasil: el juicio más importante

Desde Río de Janeiro

FERIA DE SAN FRANCISCO

Después de ser caracterizado como un ejemplo de democracia, comparado con los Estados Unidos, en la nota de portada de la revista The Economist, Brasil pone en práctica esa caracterización con el proceso en contra de Jair Bolsonaro y un grupo de personas involucradas en el intento de golpe en contra la toma de posesión de Lula da Silva.

El proceso (foto) se ha iniciado con la acusación en contra de ese grupo llevada a cabo por el el ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes. Junto a Bolsonaro están acusados un capitán, tres generales, un teniente general y un almirante del Ejército brasileño, así como dos civiles.

Bolsonaro está acusado de liderar una organización criminal, y de ser el principal articulador y beneficiario de todas las acciones llevadas a cabo por el grupo de acusados. Los dos mas grandes crímenes son golpe de Estado e intento de abolición del Estado democrático de derecho. Ya han sido condenados 683 personas involucradas en los atentados del 6 de enero del 2023.

Moraes ha afirmado que “Brasil llega a 2025 con una democracia fuerte, instituciones independientes y economía en crecimiento. En el trascurso de esta acción penal se ha constado la existencia de conductas dolosas y conscientes de una verdadera organización criminal que, de forma jamás vista anteriormente en nuestro país, ha pasado a actuar de forma cobarde y traicionera con la finalidad de intentar presionar al Supremo Tribunal Federal y someter el funcionamiento de la Corte a los intereses de otro Estado extranjero.”

Las acusaciones en contra de Bolsonaro y su comparsa son: liderar una organización criminal armada; planificar un golpe de Estado; intentar  abolir el Estado democrático de derecho; cometer actos de violencia contra el patrimonio del Estado; ordenar ataques al sistema electoral y a la Justicia; intento de fraude y circulación de fake news sobre el proceso electoral; involucramiento en los planes para matar a Lula, a su vice Geraldo Alckmin y al juez Alexandre de Moraes; y conspirar con Trump contra Brasil y el Supremo Tribunal Electoral.

A la presentación inicial del juez Alexandre de Moraes siguió la acusación formal por parte de Paulo Gonet, Procurador General de la Unión. Son acusados, todos, de haber participado activamente del intento de golpe, así como de las muertes de tres empleados del Estado brasileño durante los disturbios.

Bolsonaro no ha comparecido, quedándose en su casa, donde cumple el mandato de prisión domiciliaria. Su probable condena, que se debe dar después de alrededor de cinco días de juicio, debería llevarlo a una cárcel común.

La derecha, incluido el mismo Bolsonaro, están resignados a que todos sean condenados. Se concentran ahora, vailiéndose de la mayoría que detienen en el Congreso, en hacer aprobar alguna forma de amnistía. Aun existiendo la controversia de si el crimen de golpe de Estado puede ser objeto de amnistía. Será otra disputa jurídica. La derecha reivindica que el mismo Congreso podría aprobar una amnistía, mientras que hay otra mirada jurídica que dice que cualquier tipo de amnistía solo podría ser concedida por el Poder Judicial y no por el Congreso.

De todas maneras, se cierra un período de la historia política de Brasil, iniciado con el golpe estilo lawfare contra el gobierno de Dilma Rousseff, que han llevado Lula a la prisión. después de ello, el país ha dado vuelta a esa situación, eligiendo de nuevo a Lula como presidente del país que, entre otras medidas, ha nombrado a Dilma como presidenta del Banco de los Brics.

Hay que ver todavía a cuántos años Bolsonaro y sus cómplices serán condenados, Pero es apenas un detalle, que no cambia el final de todo este proceso, con el restablecimiento pleno de la democracia en Brasil.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Página 12



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