Brasil enfrenta a Trump en la OMC por el uso político de los aranceles

El gobierno de Brasil presentó una denuncia formal este miércoles ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la imposición de tasas “arbitrarias y aplicadas de forma caótica” por el presidente estadounidense, Donald Trump, el plazo fijado para una eventual aplicación de aranceles del 50 por ciento sobre productos brasileños. Aunque no mencionó directamente al país responsable, Brasil alzó su voz en la OMC y llamó a otras naciones a acelerar las reformas necesarias para salvar el sistema de comercio internacional basado en normas comunes.

Durante una reunión del Consejo General del organismo en Ginebra, el secretario de Asuntos Económicos del Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño, Philip Gough, advirtió que políticas como la impulsada por la administración de Trump pueden empujar la economía global hacia una “espiral de precios altos y estancamiento”. También criticó el uso de tasas como instrumento para influir en los asuntos internos de otros países, señalándola como una estrategia “extremadamente peligrosa” que atenta contra el equilibrio del sistema multilateral.

Gough remarcó que Brasil mantiene su compromiso con el diálogo para la resolución de disputas comerciales, pero que, si esa instancia resulta inviable, el país está preparado para utilizar todos los mecanismos legales disponibles, incluida la mediación de la OMC. La participación de Gough en el Consejo General de la OMC se enmarca en la estrategia del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva frente a las amenazas arancelarias, en un momento en que crecen las especulaciones sobre supuestas negociaciones que implicarían al expresidente Jair Bolsonaro y una posible intervención judicial.

Mantener el orden

Durante la sesión ante los otros 165 miembros del Consejo General, máximo órgano de decisión de la OMC, Brasil denunció un preocupante giro en el uso de aranceles como herramienta de presión política. Según Gough, más allá de las violaciones sistemáticas a las reglas del comercio internacional, “lo más preocupante es el intento de emplear medidas arancelarias para interferir en los asuntos internos de países soberanos”.

Mientras decenas de países están bajo presión de Estados Unidos para hacer concesiones o enfrentar aumentos arancelarios punitivos, Brasil ha insistido en que es esencial que la OMC recupere su papel como un lugar “donde todos los países pueden resolver disputas y hacer valer intereses legítimos a través del diálogo y la negociación“.

Para el diplomático, estas decisiones ponen en peligro la coherencia jurídica y la previsibilidad del sistema multilateral, y podrían devolver el comercio global a una lógica de relaciones de poder que perjudica especialmente a los países en desarrollo. “Junto con la paralización del sistema de solución de diferencias, estas medidas amenazan con desmontar décadas de construcción institucional”, afirmó.

Tras su declaración, 40 países (27 de ellos pertenecientes a la Unión Europea) manifestaron su apoyo a la defensa del multilateralismo y la urgencia de reformar organismos como la OMC. Entre ellos figuran China, India, Canadá y Colombia. Argentina, por su parte, optó por el silencio. “En este momento de grave inestabilidad, es imperativo que todos trabajemos juntos en apoyo de un sistema de comercio multilateral basado en reglas”, remarcó Gough.

El representante brasileño destacó además que su país, como democracia consolidada, se basa en valores “como el Estado de derecho, la separación de poderes, el respeto a las normas internacionales y la solución pacífica de disputas”. En su visión, abandonar estos principios implicaría una “peligrosa regresión” a una etapa de desequilibrio global.

Un “tarifazo” político

El presidente estadounidense, por su parte, indicó este miércoles que estaría dispuesto a revisar las medidas arancelarias si sus socios comerciales eliminan las “barreras” que afectan sus exportaciones. De lo contrario, advirtió que los gravámenes podrían aumentar. “Siempre cederé puntos arancelarios si puedo lograr que los principales países ABRAN SUS MERCADOS a Estados Unidos. Otro gran poder de los aranceles. Sin ellos, sería imposible lograr que los países SE ABRAN”, escribió Trump en su red Truth Social.

En declaraciones públicas, el mandatario defendió el uso de los aranceles como una herramienta de negociación, asegurando que sólo cederá si sus condiciones se cumplen. Destacó también acuerdos con dos economías asiáticas que, según dijo, abrieron completamente sus mercados tras presiones comerciales. “¡¡¡SIEMPRE, ARANCELES CERO PARA ESTADOS UNIDOS!!!”, zanjó el republicano.

Las sanciones anunciadas por Trump contra Brasil no tienen precedentes y están basadas en argumentos que van desde “la forma en que Brasil trató al expresidente Bolsonaro…” y “los ataques insidiosos de Brasil a las elecciones libres y los derechos fundamentales de libertad de expresión…” hasta la “muy injusta relación comercial de larga data” que sostienen con Estados Unidos.

Brasil, sin embargo, reporta una relación comercial superavitaria de 450 mil millones de dólares con Estados Unidos, y es uno de los países con mayor presencia de filiales de empresas de esa nación. De hecho, ocupa el puesto 13 en el ranking global, con 4.686 compañías extranjeras operando en su territorio, cifra que supera incluso a las registradas en México. Esto contrasta con el discurso de que el país del norte sufre discriminación en el acceso al mercado brasileño.

Sin embargo, el “tarifazo“, según lo apodaron las autoridades brasileñas, también fue justificado políticamente, como un castigo directo por lo que el republicano calificó como una “caza de brujas” contra el Bolsonaro, enjuiciado por su rol en el intento de golpe de estado tras las elecciones de 2023.

Cortesía de Página 12



Dejanos un comentario: