“Brillaba en el fondo del mar”: un buceador encuentra el tesoro de su vida al hallar más de 30.000 monedas romanas que podrían revelar un naufragio oculto

El fondo del Mediterráneo sigue guardando secretos de la antigua Roma, y un reciente hallazgo lo confirma de manera espectacular. Un buceador que exploraba las aguas cercanas a la localidad de Arzachena, en la isla italiana de Cerdeña, se topó con un brillo metálico entre la arena y las praderas submarinas de posidonia. Lo que en un principio parecía un hallazgo aislado pronto se convirtió en uno de los descubrimientos numismáticos más importantes de los últimos años: entre 30.000 y 50.000 monedas de bronce en un estado de conservación excepcional.

Las monedas, datadas entre los años 324 y 340 d.C., pertenecen a la época de Constantino el Grande y fueron acuñadas en casi todas las cecas imperiales activas en ese periodo, con la excepción de algunas en Antioquía, Alejandría y Cartago. Su extraordinario estado de conservación ha dejado asombrados a los arqueólogos, quienes consideran que este hallazgo podría ser solo la punta del iceberg de una historia aún mayor. ¿Se trata de los restos de un naufragio romano desconocido?

Un hallazgo sin precedentes en aguas italianas

Las monedas fueron encontradas dispersas en una amplia zona arenosa entre la playa y el lecho marino, tal y como se informó en un comunicado. Su peso y distribución sugieren que podrían haber estado almacenadas en un contenedor que con el tiempo se desintegró, permitiendo que la corriente y el movimiento del agua las esparciera.

El gobierno italiano, al recibir el aviso del buceador, movilizó un equipo especializado de arqueólogos submarinos, junto con buzos de la policía de fronteras y del cuerpo de bomberos. Utilizando detectores de metales y técnicas de excavación cuidadosa, comenzaron a recuperar las piezas, confirmando la magnitud del hallazgo.

Los investigadores analizando el área donde se encontraron las monedas romanas
Los investigadores analizando el área donde se encontraron las monedas romanas. Foto: Ministerio de Cultura de Italia

El tesoro de Arzachena supera en tamaño y cantidad al descubierto en 2013 en el Reino Unido, cuando un buscador de tesoros aficionado encontró 22.888 monedas romanas en Seaton Down. En términos de conservación, es aún más excepcional: solo cuatro de las miles de monedas presentan daños significativos, y todas las demás conservan inscripciones perfectamente legibles.

Este nivel de preservación ha permitido a los expertos identificar con precisión su procedencia y datación, lo que a su vez abre nuevas preguntas sobre cómo llegaron hasta allí y por qué se encontraban en un solo lugar.

¿Un naufragio romano oculto?

El hallazgo de este enorme conjunto de monedas ha llevado a los arqueólogos a plantear la posibilidad de que, bajo la arena y la posidonia, pueda haber restos de un naufragio aún no descubierto. No sería la primera vez que un tesoro de este tipo señala la ubicación de una embarcación hundida.

Junto a las monedas, los buzos también encontraron fragmentos de ánforas, un tipo de recipiente utilizado en la antigüedad para almacenar y transportar líquidos como vino y aceite. Algunas de estas ánforas parecen proceder de diferentes partes del Imperio Romano, incluyendo regiones del norte de África y el Mediterráneo oriental.

Esto sugiere que el tesoro podría haber formado parte del cargamento de un barco mercante, que por razones desconocidas jamás llegó a su destino. En el siglo IV, el Mediterráneo era una de las arterias comerciales más activas del mundo, con rutas que conectaban las provincias romanas desde Hispania hasta Egipto. Si un barco cargado con miles de monedas naufragó en esta zona, sus restos aún podrían estar ocultos bajo la arena.

Las autoridades italianas estiman que han recuperado entre 30.000 y 50.000 monedas de bronce
Las autoridades italianas estiman que han recuperado entre 30.000 y 50.000 monedas de bronce. Foto: Ministerio de Cultura de Italia

El contexto histórico del hallazgo

Las monedas descubiertas corresponden a un periodo clave en la historia del Imperio Romano. Entre los años 324 y 340 d.C., el emperador Constantino I consolidó su poder y estableció una nueva capital en Bizancio, que rebautizó como Constantinopla. Fue un tiempo de reformas monetarias y políticas, donde el follis, la moneda de bronce hallada en Cerdeña, era de uso común en el comercio imperial.

A diferencia de otras monedas de plata u oro, el follis era una moneda más accesible, utilizada en transacciones cotidianas por comerciantes y ciudadanos comunes. Esto refuerza la teoría de que el tesoro encontrado podría haber pertenecido a un cargamento comercial, destinado a abastecer alguna de las muchas ciudades y puertos del Mediterráneo occidental.

Además, este hallazgo destaca la importancia de Cerdeña como punto estratégico en el comercio romano. Ubicada en el centro del Mediterráneo, la isla era una parada clave para las rutas que conectaban la península itálica con Hispania, el norte de África y las islas Baleares.

Restauración y estudio del tesoro

Las monedas rescatadas están siendo sometidas a un proceso de conservación en laboratorios especializados. El contacto prolongado con el agua salada puede afectar el bronce, aunque en este caso, su estado de conservación ha sorprendido a los expertos.

El análisis de las inscripciones y las imágenes en las monedas permitirá conocer mejor la circulación del dinero en esta época y confirmar en qué talleres imperiales fueron acuñadas. También se estudiarán las ánforas halladas junto al tesoro, con la esperanza de obtener más pistas sobre su origen y función.

Si se confirma la existencia de un naufragio en la zona, las próximas expediciones arqueológicas podrían revelar más artefactos, estructuras de madera o restos del barco. Esto proporcionaría información invaluable sobre el comercio marítimo romano y las circunstancias en las que esta embarcación pudo haber desaparecido en el mar.

Todas las monedas se encontraban en un estado de conservación excepcional, y hasta las cuatro que presentaban daños mantenían sus inscripciones perfectamente legibles
Todas las monedas se encontraban en un estado de conservación excepcional, y hasta las cuatro que presentaban daños mantenían sus inscripciones perfectamente legibles. Foto: Ministerio de Cultura de Italia

Un hito para la arqueología subacuática

El descubrimiento de miles de monedas en aguas italianas no solo supone un hito para la arqueología subacuática, sino que también refuerza la idea de que el Mediterráneo aún esconde tesoros de épocas pasadas. Lo que comenzó con un simple destello metálico bajo el agua ha llevado a los expertos a una de las mayores excavaciones numismáticas de los últimos años.

A medida que se avance en el estudio y conservación de estas monedas, quizás podamos responder preguntas clave sobre el comercio, la economía y las rutas marítimas en la Roma del siglo IV. Pero también queda abierta una interrogante aún más fascinante: ¿será este hallazgo el primer paso para descubrir un naufragio romano perdido en las profundidades del Mediterráneo?

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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