A pocos días del inicio del temporal, los socavones y baches brotaron por toda la ciudad. En el cruce de 8 de Julio y Periférico, en Tlaquepaque, un hoyo gigante dejó varados a varios vehículos. Mientras tanto, en Joaquín Angulo y Humboldt, Centro Barranquitas, en Guadalajara, un socavón dejó sin agua a la zona desde el 29 de junio.
En promedio, el SIAPA registra ocho hoyancos al día en las vialidades de la metrópoli. Mientras que de enero a diciembre de 2024 se atendieron dos mil 832 socavones de todos los tamaños, en los primeros cinco meses de este año ya van 521, pero las tormentas siguen multiplicándolos.
El sistema proyecta invertir ocho mil millones de pesos para renovar las redes de agua para reducir las apariciones de socavones durante este sexenio, ya que en algunas colonias, principalmente las ubicadas en la Zona Centro de Guadalajara, tienen hasta 70 años de antigüedad.
En Zapopan, un bache se transformó en socavón en la avenida Valle de San Isidro, ocupando la mitad de la vialidad. Los autos lo rodean hábilmente, pero las llantas caen en los pronunciados baches aledaños, haciendo que el chasis golpee el pavimento con fuerza.

“Comenzamos a avisar en el grupo de vecinos para que nadie se quedara atascado. ¡Esta avenida necesita pavimentación urgente!”, comentó la vecina Adriana Luna.
Para este año, el SIAPA tiene disponibles 190 millones de pesos para la renovación de redes de agua potable y alcantarillado. Además, hay 337.5 millones de pesos para contingencias como la reparación de hoyancos.
En Jardines del Country, en Guadalajara, la lluvia abrió dos socavones de más de un metro de diámetro en el cruce de Misioneros y H-2. Los vecinos han colocado llantas y cajas para advertir a los conductores, pero aún no se ha atendido el problema.
Las fallas en la red de alcantarillado y las fugas causadas por el paso de vehículos pesados generan estos hundimientos y baches.
Josué Sánchez Tapetillo, especialista en gestión de recursos hídricos, enfatiza que el problema radica en las redes de distribución de agua que son antiguas y obsoletas. Deben ser renovadas.

Por su parte, el Gobierno tapatío tiene en marcha un programa para bachear 11 mil puntos críticos de la ciudad, con una inversión de 72.5 millones de pesos. La alcaldesa Verónica Delgadillo aseguró que se priorizarán las avenidas más transitadas y se atenderán los reportes ciudadanos con mayor rapidez.
Mario Córdova España, director del Instituto de Movilidad Urbana Sustentable de la UdeG, sostiene que los programas de bacheo municipales son insuficientes. A su juicio, lo mejor sería repavimentar todas las calles en mal estado para evitar que los hoyos vuelvan a aparecer.
En Miravalle, las lluvias hicieron crecer tres enormes baches en Manuel Gómez Ibarra y La Escultura. “Toda la colonia está llena de baches. En todas las calles hay al menos uno que tenemos que esquivar. ¡Por eso le dicen Mirabaches!”, bromeó Rosa, una vecina.
En Tlaquepaque, las calles de Loreto, Literatura y Agorácrito en el Cerro del Cuatro son un campo de obstáculos: los hoyos son tan profundos que los vehículos pequeños se ladean peligrosamente. Los conductores, expertos en maniobras, asoman la cabeza por las ventanillas para estudiar la profundidad y la ubicación del bache, y con un giro audaz se lanzan a esquivarlos.
Para reportar baches o socavones en Guadalajara y Zapopan, pueden llamar al número de GuaZap: 33-3610-1010. En Tlaquepaque: 33-3639-2516. En Tlajomulco: 33-3283-4460 o use la aplicación TlajoApp disponible para iOS y Android. En el SIAPA: 33-3668-2482.
Cortesía de El Informador
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