Burócratas quedarían excluidos de la reducción de jornada laboral a 40 horas

La jornada de 40 horas no será una realidad para todas las personas trabajadoras en México, o al menos no si el proyecto propuesto avanza en los términos actuales. La iniciativa de reforma impulsada por el gobierno sólo se limita a los trabajadores del sector privado; es decir, no incluye a los burócratas

La propuesta para la reducción de la jornada laboral de 40 horas, sólo se contempla a los trabajadores del apartado A del artículo 123 constitucional, por lo que, quienes se ubican en el B -los servidores públicos-, no son considerados.

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En palabras de Jaime Rodríguez Eguiarte, socio en Ibarra del Paso Gallego, la propuesta de jornada laboral de 40 horas “quedó muy corta, fue demasiado genérica” respecto a las expectativas que se tenían y genera dudas respecto a por qué no se consideró a los trabajadores del sector público.

Además, el especialista cuenta que en uno de los escenarios es que “los sueldos en el sector público sigan siendo más bajos y menos competitivos, lo que hace que se atraiga menos talento”. Lo anterior implicaría que en el sector privado haya más demanda de empleos.

Por otra parte, la iniciativa presentada por el Ejecutivo Federal no solo propone reducir la jornada a 40 horas, también pone un límite a las horas extras, cuestión en la que tampoco se consideró a los servidores públicos. “No sé si es un tema de presupuesto, de necesidades del propio sector”.

¿Por qué no se incluyó a los burócratas?

Desde la perspectiva de Manuel Fuentes, abogado especialista en derecho laboral individual y colectivo, la razón para no incluir los servidores públicos podría ser porque muchos ya cuentan con una jornada inferior a las 48 horas. “Hay algunos sectores que tienen 35 o 30 horas como los trabajadores al servicio de la Ciudad de México”.

Asimismo, dice que en el sector burocrático hay mayor control en el tiempo de sus jornadas de trabajo, mientras que en el sector privado no pasa igual, y en ocasiones, los patrones aprovechan que no tienen un contrato de trabajo y “no respetan las jornadas máximas que en este caso son actualmente de 48 horas” o incluso ofrecen bajos salarios.

“La Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado también tiene un esquema de pagos de tiempo extraordinario, que si bien va a ser muy diferente a lo que estamos viendo ahora con las iniciativas, no hay un tema que podría afectar en cuanto al fondo”, asegura Eguiarte.

Escenarios de la reducción de la jornada laboral

El socio en Ibarra del Paso Gallego refiere que la reforma para reducir la jornada a 40 horas puede tener diferentes impactos que impliquen mayores gastos o incluso mayor rotación de talento en el sector público, y por ende, más demanda de puestos en el sector privado.

En un escenario donde la regulación no muestra grandes cambios en derechos y condiciones laborales, los trabajadores del sector público se mantendrán estables en sus posiciones, pero si la reforma tiene un efecto contrario y hay mejoras sustanciales en el sector privado, lo que podría ocurrir es fuga de talento.

“Lo que podría pasar es que como sucedió al principio del sexenio anterior, cuando empezaron a hablar del tema de conflicto de intereses, trabajadores del sector público empezaron a platicar de reducciones salariales, hubo fuga de talento, mucha gente empezó a migrar al sector privado”, recuerda el abogado.

En ese escenario surge un impacto en la profesionalización de los servicios públicos, detalla. “Eso nos afecta a todos tanto en el sector público como privado”, debido al aumento de demanda y que podría urgir a una presión social que conlleve nuevas negociaciones colectivas y ajustes en las condiciones.

Lo cierto es que, recuerda, en el gobierno tienen muchas otras ventajas que podrían equilibrar su situación, “algunas cosas son más benévolas en el sector público, puede ser tema de días de aguinaldo, de días de vacaciones. Y otras cosas en el sistema del sector privado, como las horas extras”, por lo que la jornada laboral de 40 horas podría equilibrar las condiciones.

“No se está tratando igual a los iguales, sino se está tratando diferenciadamente a personas con diferentes condiciones, diferente tipo de atribuciones, diferente tipo incluso de esquemas de trabajo”, no obstante, habrá que esperar para saber el impacto que en realidad tendrá la iniciativa de jornada laboral, que actualmente continúa en el Congreso de la Unión.

Cortesía de El Economista



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