
Luego de que el sábado pasado se dieran a conocer las nuevas medidas anunciadas por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), que acusan al Gobierno mexicano de incumplir un acuerdo bilateral en materia aérea desde 2022, para Antonio Lancaster-Jones, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), el panorama para la aviación entre México y Estados Unidos no es alentador.
La decisión de reubicar vuelos de carga desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es vista por autoridades estadounidenses como una medida unilateral que ha generado altos costos logísticos a sus aerolíneas. Y ante ello, Lancaster-Jones explicó que, de no resolverse de manera integral, el problema impactará tanto al transporte de pasajeros como al de carga, ya que muchas veces esta última se moviliza en vuelos comerciales.
Te recomendamos: Trasladan a Puente Grande a Kelvin, señalado como el feminicida de Karla
Reconoció que desde el sector se ha identificado que toda aquella mercancía que vuela directamente de Estados Unidos a México, precisamente ante los cambios establecidos por México, “están teniendo problemas en la logística y dobles costos”.
Pero no solo eso, puesto que, de acuerdo con Lancaster-Jones, el sistema aeroportuario mexicano está rezagado y sin condiciones para recibir nuevas rutas. “El transporte internacional mexicano, mientras no se le invierta, no tiene la capacidad de recibir nuevas rutas”, apuntó.
Desde su perspectiva, aunque la reubicación hacia el AIFA tuvo como intención aliviar la saturación del AICM, el efecto ha sido contraproducente para la competitividad y la operación del transporte aéreo. “Sí es una buena solución en lo que tenemos, pero también es preocupante porque hablamos de la Ciudad de México, pero si nos empiezan a poner esas complicaciones para los otros aeropuertos, vamos a empezar a tener muchos problemas, sobre todo con los vuelos chárter y aviones privados”, advirtió.
Ante este panorama, comentó el coordinador, el escenario podría complicarse más si se restringen nuevas autorizaciones a aerolíneas mexicanas. “Imagínate que no le den permiso por alguna razón, o no tenga permiso, nos va a complicar mucho la logística y los vuelos”, añadió.
Ante ello, Lancaster-Jones llamó a la resolución del conflicto “mediante el diálogo técnico entre gobiernos”, además de que el Gobierno de México tendrá que demostrar la capacidad que tienen otras terminales, como la de Guadalajara, para recibir más vuelos. “Jalisco ha crecido y puede recibir muchos más aviones, muchos más vuelos de carga y puede ser una gran solución para todo este tema de la Ciudad de México”, indicó.
“El tema es el diálogo y entregar todas las pruebas y las partes técnicas que ellos dicen y justifican estas acciones, porque México no ha corroborado eso”, añadió.
El coordinador también insistió en que la negociación debe ser entre gobiernos, pero reconociendo que las repercusiones impactan a sectores productivos como el de Jalisco. “Al final de cuentas es parte del Gobierno de México y quien tiene liderazgo en la batalla aquí. Los afectados somos los demás, pero sí tiene que ser una negociación entre gobiernos, entre pares. Pero la situación nos preocupa también, sobre todo al ser Guadalajara el segundo aeropuerto de carga de México, dependiendo cómo lo miremos.”
Por su parte Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce) Occidente, señaló que esta situación era previsible desde que el Gobierno mexicano decidió reubicar por decreto las operaciones de carga del AICM al AIFA, y que efectivamente, dicha situación puede ser considerada como un incumplimiento por parte de las autoridades estadounidenses.
“Es un anuncio que preocupa muchísimo porque finalmente nosotros dependemos de la economía norteamericana y nuestros envíos de ida y vuelta son de más del 80%”, lamentó Landeros Volquarts.
Recordó que desde el momento en que se anunció la medida para trasladar los vuelos de carga, hubo advertencias por parte del sector empresarial, tanto nacional como extranjero, debido a que no se tomaron en cuenta las implicaciones logísticas ni comerciales. “Este es un tema que debió haberse atendido desde el criterio de la iniciativa privada y las empresas, porque es un asunto de negocios que no se puede reubicar por decreto de esta manera, porque luego vienen estas consecuencias”, señaló.
Aunque reconoció que el aeropuerto capitalino estaba saturado y era necesario hacer ajustes, criticó que el cambio no resolvió el problema de fondo. Además, dijo, el tema se ha agravado porque el Gobierno de México no respondió con acciones concretas ni con sustento técnico ante los reclamos.
Lee también: Presentan el primer bosque urbano en Tlajomulco de Zúñiga
“Lo que es una realidad es que cuando esto sucedió, muchas voces se levantaron y nadie escuchó. Nada más se hizo una declaración, que, porque estaba lleno el aeropuerto, y eso no va a resolver las cosas. Estados Unidos tiene el derecho a reaccionar”, dijo.
De la misma forma que Lancaster-Jones, Landeros Volquarts advirtió que no se trata únicamente de vuelos de carga, sino que las medidas podrían extenderse a vuelos de pasajeros, afectando tanto a mercancías como a personas. “Ahora no se les puede tomar a la ligera”, sostuvo.
Finalmente, hizo un llamado a que el Gobierno federal asuma la responsabilidad y trabaje en conjunto con el sector privado para dar soluciones reales. “Esto no se puede atender con declaraciones. Se debe atender con trabajo conjunto y buscar soluciones verdaderas. El comercio exterior es la columna vertebral de la economía de México”, concluyó.
NA
Cortesía de El Informador
Dejanos un comentario: