Cambios en el gabinete, estridencias y necesidades

¿Qué tenemos que perder si nada en el mundo realmente nos pertenece? Marco Aurelio

Descubrir o inventarnos posibilidades, casi siempre está en el ánimo de algunos que intentan interpretar la realidad, y contrasta con los deseos decididos, más en la política cuando las decisiones, seguramente fueron tomadas antes de navidad.

Solíamos escuchar en casa, en esa juventud cargada de enseñanzas, que la comunicación de una nueva oportunidad, en la encomienda pública, sobre todo en un ascenso que haría ruido, no debía ser mencionada ni a la pareja, hombre o mujer; hasta que se viera cristalizada.

A un año de distancia de la administración de Claudia Sheinbaum, los cambios son quizá hasta necesarios, el desgaste para contener el flujo de información y hechos negativos en los últimos doce meses, ha sido importante, más las exhibiciones de algunos actores del reparto morenista, que le fascinan los reflectores, aunque estos sean negativos para ese pueblo bueno y no tan sabio.

Hay camino, ya no brecha; existen hoy proyectos, no ocurrencias; no más cancelaciones de lo inaudito, que les cortó al país, miles de millones de dólares, lo cual no asusta, porque no dimensionamos del todo el endeudamiento público, interno y externo, asunto de vital trascendencia.

En las charlas navideñas en familia, comentarios al margen de los relevos en el gabinete presidencial, educación se da por descontado, que Mario Delgado tendrá un paso al costado, probablemente en contra de su voluntad, todo apunta a la candidatura en Colima, que lo dejaría expuesto por el tiempo que falta para esa definición partidista, de donde sabe y mucho como se logra el objetivo; si está en su horizonte político.

Pareciera que la cereza del pastel es la antigua casona de Bucareli, donde la historia ha tejido fino y no tanto, en esas problemáticas no de bloqueos a las vialidades, sino de los acuerdos no firmados, entre los grupos del poder económico sobre todo.

Rosa Isela Rodríguez se afirma, no ha superado la curva de aprendizaje. Las responsabilidades, no de la política interna, porque es una Secretaría de Gobernación, disminuida en sus poderes de decisión, las cuales se consultan en Palacio Nacional desde hace siete años, sino la agenda distinta a su antecesor López Obrador, y también jefe de ella en materia de seguridad, la cual la deja distante de la presidenta.

Las preguntas vienen de botepronto, porque el alarido de algunos adelantados, festejando a más de un año de distancia de la tómbola y las “encuestas”; puede derivar en desbandada hacia otros colores, donde el verde se empieza a separar de sus “intereses” en su agenda electoral.

Nombres, nombres y apellidos de los probables ungidos en la columna vertebral de los programas de este sexenio, educación y control interno; más seguridad. Alfonso Durazo no dio los resultados para traerlo de vuelta al gabinete, Sonora no está del todo bien; los recambios han sido desafortunados en su administración, lo salva el cargo partidista que ostenta.

Y suena sin estridencias un cercano a Claudia Sheinbaum, el campo y la agricultura también pueden tener relevos, lo cierto es que el diputado federal Alfonso Ramírez Cuellar, está en el radar de las soluciones inmediatas en la política actual morenista.

ENTRE LÍNEAS

El retiro de las visas para ingresar a los Estados Unidos, ya forma parte de la agenda de la Unión Europea, de manera unilateral el vecino del norte afecta las relaciones con países del viejo continente, cancelando sin sustento, estas.

Cortesía de El Economista



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