Cancillería dice que Venezuela liberará a 17 de los 38 colombianos ‘secuestrados’: familiares aguardan con expectativa y confusión

Luego de varias gestiones diplomáticas, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó la liberación de 17 colombianos que permanecían detenidos en Venezuela desde los comicios del 28 de julio. La canciller Rosa Villavicencio y el embajador Milton Rengifo se trasladaron a Cúcuta para recibirlos, en un operativo previsto hacia las 10:00 a. m.

Algunos familiares de los colombianos retenidos le dijeron a EL COLOMBIANO que hasta este viernes en la mañana tenían información de que iban a liberar a 14 y tienen confusión sobre la información brindada por la Cancillería.

Por su parte, el presidente Gustavo Petro anunció el jueves que algunos colombianos detenidos en Venezuela serán liberados por el Gobierno de ese país. Se trata de un grupo de 38 connacionales que están detenidos —sin pruebas y sin juicio— por supuesta conspiración contra el presidente Nicolás Maduro.

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Al respecto, el mandatario expresó que de ese grupo “no hay un solo narcotraficante y que “quizás nos entregue Venezuela uno capturado al otro lado colombo-albanés, porque he logrado liberar colombianos de las cárceles de Venezuela y entre esos no todos son ciudadanos inocentes, sino que viene, al parecer, un capo”.

Vale recordar que la Cancillería de Colombia había prometido que el 19 de octubre pasado se liberaría a varios de los detenidos, pero eso no sucedió.

Petro agregó: “nosotros hemos capturado capos italianos, capos albaneses, capos alemanes, capos sueco, capos franceses en el poblado de Medellín y otros en Cartagena y aquí también en Bogotá. Pero en general son ligazones de narcotraficantes que vienen a amarrar los negocios, pero el capi de capos, los capos en general, viven en la ciudad de lujo.

Este grupo de colombianos se encuentra detenido en el vecino país desde el año pasado, desde enero de este año y desde después de las elecciones parlamentarias del 25 de mayo, y están recluidos en la prisión de El Rodeo I, ubicada a 45 minutos de Caracas.

El Rodeo I forma parte de un trío de cárceles con el mismo nombre, en las que se registran condiciones de vida extremas. Según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), estas instalaciones han sido descritas como un centro de “tortura” para algunos de los reclusos.

El informe de la OVP advierte que en esa prisión las celdas, de apenas 2×2 metros, albergan a varios prisioneros, quienes deben dormir sobre una cama de cemento y una delgada colchoneta de goma espuma. El espacio carece de ventilación y los prisioneros no tienen más que una letrina para satisfacer sus necesidades.

En mayo pasado el vicecanciller de asuntos multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir, le dijo a EL COLOMBIANO que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha encontrado dificultades burocráticas para interceder por los presos ante el Gobierno de Venezuela.

“En la mayoría de los casos se nos ha impedido ejercer la asistencia consular a los que los ciudadanos tienen derecho y nosotros tenemos como deber, como Estado (…). No hemos podido hablar con la mayoría de ellos. Seguimos trabajando en poder hacer una visita consular para conocer su estado de salud, para saber cómo están y para ayudarlos a comunicarse con sus familias”, dijo el funcionario en ese entonces.

Hay que mencionar que el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, ordenó previo a las elecciones parlamentarias suspender “todos los vuelos que vengan desde Colombia a Venezuela porque la información que tenemos, tiene que ver con este tipo de traslados de gente”.

Según el número dos del chavismo, estas personas estarían planeando atacar con explosivos a hospitales, embajadas, comandos policiales y figuras públicas de ese país y de la oposición para boicotear los comicios.

En una “guía diplomática”, conocida en primicia por EL COLOMBIANO, Jaramillo Jassir propuso presentarle a Venezuela un proceso de liberación. Allí se establece que el objetivo es “garantizar la asistencia consular oportuna, continua y sin obstáculos a los ciudadanos detenidos en el territorio del otro Estado, promoviendo la comunicación con sus familiares y representantes legales, y asegurando condiciones dignas de reclusión”.

Entre tanto, las familias de los colombianos detenidos expresaron que en esa guía “no piden nada de libertad, no exigen el respeto de los derechos humanos, sino información y visita consular. En diálogo con el vicecanciller nosotros le dijimos que lo que estamos exigiendo como familia es la liberación, la libertad de cada uno de estos connacionales, siendo ellos inocentes, siendo personas que están secuestradas”.

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Cortesía de El Colombiano



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