Desde sus inicios en 1989 con el grupo Tía Newton, Carca es un músico clave en la renovación del rock argentino, primero como punta de lanza del llamado rock sónico de comienzos de la década del ’90, luego como solista inspirado y hace casi 20 años como multiinstrumentista de Babasónicos.
Su recorrida incluye ser elegido como telonero de Soda Stereo en los Obras de la presentación de Dynamo, un debut innovador llamado Miss Universo (con invitados como Dárgelos, Melero y Sr. Flavio), más adelante un disco con figuras como Andrés Calamaro y Juanse (Divino, 2003), y hasta un álbum masterizado por el mismísimo técnico de sus amados Marc Bolan y T.Rex (Uoiea, con Dennis Blackham).
Dos años atrás, Carca fue noticia que conmocionó a todos, aunque lo mantuvo con la mayor discreción posible: fue internado para esperar un trasplante de corazón, debido a un trastorno hereditario llamado Mal de Marfan.
El 13 de agosto comunicó en su cuenta de Instagram un emotivo texto donde contaba lo que había vivido y confirmaba que ya estaba bien, cerrando con la elocuente frase: “Amémonos, lo demás nos excede.
Lo que escribió fue lo siguiente: “Hace un año, estando internado en el ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires), esperando por el invaluable obsequio de un corazón nuevo, solo pensaba en el futuro, grababa música que compartía con mis amores en idas y vueltas infinitas. El futuro era, decididamente, el espacio que me imaginaba habitando. Pasaron muchas cosas: me fui, volví, me vi desde arriba sonriendo y eso me dio la certeza de que podía aceptar también el fin en ese momento”.
Carca grabó un disco mientras estuvo diez meses internado esperando un trasplante. Foto Ariel GrinbergY agregó: “Me trajeron de nuevo; un pacto de honor con aquellas personas que lloraron, que amaron e insultaron al aire más que nunca. Hacer canciones, crear música donde antes solo había silencio, tocar con hermanos, insuflar un poquito de felicidad en los seres amados, cobijarlos en un domo invencible e impermeable a la pavada. La pavada de la mezquindad, de la injusticia y, sobre todo, de la pérdida de tiempo. Parece mentira que esté compartiéndoles dos grabaciones nuevas. Y no solo eso: hay un disco nuevo ya grabado que verá la luz en octubre”.
La referencia al “Me fui, volví” es el hecho que estuvo cinco minutos muerto, pero lo revivieron y eso aceleró los trámites para la donación de un corazón nuevo.
Las ganas de hacer música
En el pequeño living de su departamento en Belgrano, Carca recibe a Clarín y habla con orgullo de la obra que compuso y grabó durante esos largos diez meses de internación: el disco Exultante, hecho con una tablet, una guitarra, un micrófono y un controlador de sonido, asistido por amigos como Panky Malissia yTuta Torres.
Carca con un sitar en la terraza de su departamento. Foto Ariel GrinbergLas canciones son un gran muestrario de su estilo, donde hay mucho rock clásico, algo de funk, blues y toques de electrónica, con temas como Velo, Exultante, Lodo y Suelo vacío. Hubo invitados como Gonzo Palacios en saxo y Fernando Samalea en bandoneón.
Como muestra de su amor por el rock argentino, el lado B del primer single Lodo fue el tema Poseído del alba, de Pescado Rabioso, grabado junto a Daniel Melero. Y en julio del año pasado salió una versión junto a Juan Ravioli del clásico A veces estoy cansado de Moris.
Al repasar la cantidad de tiempo que no sube a un escenario, dice: “¡Hace mucho! Aunque, ahora que lo pienso, hace muy poquito estuve tocando en la presentación del disco de Richard Coleman, El uso incorrecto de la metáfora, en Niceto. Fue una propuesta suya y yo lo admiro mucho, pero fue todo un trabajo sacar las partes, no solo las notas sino el mood, el feel y la elegancia que maneja. ¡Ah! Y también subí al escenario de Bernard Fowler”.
-Voy a reformular la pregunta: ¿hace cuánto que no subís a un escenario para un show tuyo completo?
-Dos años, seguro. Hice mi show en el teatro Coliseo en diciembre de 2022 y después toqué en el CCK en marzo del año siguiente. Luego vino una seguidilla de fechas con Babasónicos y de ahí derechito me vine a hacer un mes de pruebas y chequeos. Volví muy mal, fui a parar a una entidad en la que me atendía siempre, pero no daban pie con bola, así que fui a parar al ICVA, el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. ¡Entré y no salí más!
Fue un momento muy raro, pero a la vez de un bienestar hermoso, porque antes estaba entrando y saliendo de las clínicas y no había una solución. En cambio ellos me plantearon muy amorosamente la propuesta del transplante, y ahí me alegré y me tranquilicé porque había una solución.
Carca en vivo con Babasónicos. Foto de prensa-¿Cómo fue variando tu estado de ánimo durante la espera?
-Fui muy inconsciente todo ese tiempo, o ubiqué el tema en un lugar donde era mejor no tener mucha conciencia al respecto,. Fue asumir la situación, vivirla y experimentarla. Tampoco tenés mucho tiempo para estar solo y meditar, porque todo se ve absolutamente interrumpido por un médico o un enfermero.
-También habrás entrado en ese limbo de estar internado y perder la noción del tiempo.
-Sí, ahí no sabés en qué tiempo estás. Estuve tres días out de la vida en general, como si fuera con un coma inducido, así que yo no sé lo que pasó. Me lo contaron.
Carca. Foto de prensa gentileza Violeta Capasso-Y cuando esperabas el trasplante fuiste componiendo temas.
-Sí. Me llevé la guitarra y dos tecladitos.Si bien tenía muy poco tiempo para trabajar, estaba instalado en un sillón y era como una especie de DJ y Joe 90, sentado en mi nave espacial. En general el momento más tranquilo para trabajar era de medianoche a 2:30 de la mañana, porque no entraba nadie a la habitación y podía cantar casi susurrando a un micrófono. Maté el tiempo trabajando en música y durante el día manejaba las ganas pícaras de volver a ese momento.
-Es increíble que de ahí salió un álbum.
-En realidad lo primero que pensé fue compartir lo que estaba haciendo, y así se sumó Panky. Por suerte trabajé con eficacia y tanto los teclados como las cajas de ritmos que usé pudieron quedar en el disco.
Casi un milagro navideño
-¿Es verdad que la noticia del trasplante ocurrió justo el día de Navidad?
-Me encanta que circule esa versión de un angelito de Navidad, pero la verdad es que fue el 11 de diciembre. Igual es un milagro navideño, ponele. Los cinco minutos que estuve muerto fueron unos diez días antes de la operación de transplante, porque justamente eso me llevó a estar en el Top One de la lista. Ya estaba viviendo con asistencia mecánica.
Carca comenzó a hacer música con el grupo Tía Newton y luego siempre fue solista, aunque también toca en vivo con Babasónicos desde 2008. Foto Ariel Grinberg-¿Cuál fue el problema que te surgió en México y por lo cual volviste y te internaron?
-Primero, yo nací con varios problemas, que es este síndrome de Marfan, que en cada ser humano se manifiesta de formas muy distintas. Supongo que ahora esta súperaventura de la ciencia moderna van a poder encararlo mejor, porque leí que en un país de Oriente habían dado con la posibilidad de retocar un cromosoma y revertirlo. Sería espectacular, porque de verdad que es una de las enfermedades que muy violentamente ataca a la vida y al cuerpo desde los tejidos, los músculos y por ende a la movilidad. Te arrebata el tiempo y te agrega muchísima dificultad. Creo que debo ser uno de los pocos que tiene este síndrome que ha llegado tan lejos.
-¿Cómo estás hoy, te quedó alguna secuela que te impide hacer algo?
-Es una pregunta difícil de responder porque mi doctora me dice que siga adelante con el gimnasio, la vida, los aviones y el esfuerzo. ¡En un momento no podía ni moverme y estaba con las pesitas y todos los ejercicios de la recuperación! Quedé muy torcido de todos lados. Cuando volví a casa me paraba raro y no podía mover las manos, pero no me dolía nada. Me abrieron como una rana y ocurren cosas muy raras después de un transplante, pero después todo se acomoda. Ahora quiero tocar y prepararme físicamente para aguantar la gimnasia de un show.
-Contame del show de este jueves. ¿La idea es presentar el disco?
-No. La idea es celebrar la vuelta, mi vuelta. Celebro estar vivo, celebro volver al escenario y celebro haber sacado un álbum nuevo. Todo eso converge en La Trastienda del 6 de noviembre. Y con tanto para festejar, me pareció absurdo presentar un disco que salió 15 días antes. Creo que el público estará esperando algo más que eso.
Cortesía de Clarín
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