
Al buscar un préstamo o tarjeta de crédito, es fundamental ser consciente del costo real que estos productos generarán a tu bolsillo. En términos financieros, este valor se conoce como Costo Anual Total (CAT) y es uno de los componentes más importantes a los que debes prestar atención, ya que refleja el valor total del crédito.
Los bancos y demás instituciones financieras reguladas tienen la obligación de informar a los potenciales clientes sobre el CAT promedio de todos sus productos. Esto permite al usuario comparar las opciones disponibles en el mercado y tomar una decisión informada.
Algunas personas perciben el CAT como un simple porcentaje impuesto arbitrariamente por la entidad financiera; sin embargo, el CAT está compuesto por varios elementos.
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Los componentes del CAT: Más allá de la tasa de interés
Fernando Ávila es coordinador de educación financiera en Santander México y explica que muchas personas se enfocan únicamente en la tasa de interés al contratar un financiamiento. Si bien la tasa de interés es el principal componente del CAT, otros elementos pueden elevarlo significativamente.
“Además de la tasa de interés, un crédito puede tener otras comisiones asociadas que pueden o no aplicarse al cliente, dependiendo del uso que se le dé al producto y las condiciones estipuladas en el contrato”, detalló Ávila.
Según el Banco de México, algunas de las comisiones más comunes en préstamos de nómina o personales incluyen:
- Comisiones por apertura
- Pagos tardíos
- Falta de pago
- Disposición de crédito
Estas comisiones elevan directamente el CAT del usuario.
En el caso de las tarjetas de crédito, el CAT se ve impactado por:
- Comisiones por disposición de efectivo
- Comisiones por manejo de cuenta
- Uso mínimo de la tarjeta
- Uso en el extranjero
- Pagos tardíos
Además, es crucial considerar que algunas tarjetas de crédito cobran anualidad mientras estén activas. También pueden aplicarse cuotas por reposición de tarjeta u otros trámites realizados con la entidad financiera.
¿Cómo conocer tu CAT individual?
El CAT que se muestra en los folletos promocionales de productos financieros o en las páginas de internet de los bancos tiene un fin comparativo. Su propósito es proporcionar información al usuario para que pueda comparar distintas opciones en el mercado antes de contratar un producto.
“Cuando ves una publicidad de un banco, puedes ver la leyenda CAT para fines informativos. Nosotros tenemos la obligación de informar el CAT promedio de cada uno de los productos crediticios”, comentó Ávila, añadiendo que cada persona tiene un CAT individual en cada producto financiero contratado.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el estado de cuenta mensual debe especificar el CAT particular de cada usuario, así como los cobros, intereses y comisiones que lo generan. Con esta información, el usuario puede determinar si su tarjeta de crédito o cualquier otro préstamo está resultando más caro de lo esperado.
Estrategias para un CAT más bajo
Especialmente en tarjetas de crédito, es posible evitar muchas de las comisiones que elevan el CAT. Según los expertos, mejorar los hábitos de uso y pago de los productos financieros es la clave para hacerlos lo más económicos posible.
“Si utilizas la tarjeta de crédito en un nivel que sabes que puedes pagar, pagas a tiempo el monto para no generar intereses y conoces las comisiones que se te pueden cobrar, puedes disminuir el CAT de tu tarjeta”, recomendó el coordinador de educación financiera de Santander. Agregó que, aplicando estas prácticas, incluso se puede llegar a tener un costo anual de 0.
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