Cata de miel, una dulce experiencia para conocer gente, ir en pareja o con amics

En una mesa repleta de frutas, panes, quesos, accesorios, pósters y arte que aluden a las abejas se sientan ocho personas; es probable que se conozcan o no, pero después de vivir esta experiencia de cata de miel, seguro tendrán más cosas en común.

Todo lo anterior ocurre en Mielosa, un proyecto creado por Rebeca Cornejo, veterinaria y apicultora que decidió volcar su vida en difundir el trabajo de las abejas, la importancia que tiene la polinización para la vida del planeta (principalmente para la alimentación humana) y en dar a conocer las mieles de todo este universo.

El espacio para la cata de miel en Mielosa es sumamente acogedor. Foto: Mielosa

¿Cómo es la experiencia de cata de miel?

Esta cata de miel es divertida, invita a la convivencia y fomenta la curiosidad por el mundo de las abejas y otros productos que elaboran como polen y cera. Todo comienza con la repartición de cartas de tarot con motivos mielosos y, después, conocer el significado de la que te tocó.

Rebeca tiene frente a sí un panal de una colmena, para explicarnos cómo se forman esos huecos exagonales, cómo se elabora la miel ahí dentro y cómo vive cada grupo que integra la colmena: abejas obreras, zánganos y abeja reina. 

Y así como hay integrantes, también hay tipos de abejas, las apis melíferas son las que producen más miel; las meliponas hacen poca miel pero esta es muy valiosa por sus propiedades medicinales. Los datos curiosos salen todo el tiempo, ya sea por parte de la anfitriona o de las personas sentadas a la mesa.

Entre bromas, anécdotas y datos, empezamos a probar las mieles que ella ha traído de distintos productores de México. La primera es una miel de aguacate de Michoacán, esta es espesa, acaramelada y oscura, va muy bien con los quesos que están frente a nosotros.

Con una sola cucharada, las personas tienen que descubrir los sabores, olores y texturas de cada miel. Rebeca nos explica que las mieles como esta de aguacate no llevan fruta, sino que se llaman así porque un 65% o más proviene del polen de flores como las de los árboles de aguacate.

La segunda es una miel de mezquite hecha en Zacatecas. Le sigue una de mango, de Veracruz, y para nada sabe a mango, pero sí está deliciosa. La que continúa es una de gatuño de Zacatecas, esta es ideal para aliviar úlceras gástricas. Finalmente probamos la más cotizada: cítricos y azahar hecha en Veracruz, esta tiene un sabor dulce con toques ácidos, huele perfumada y tiene textura como de mantequilla.

Además de poner tus sentidos a prueba para detectar qué hay detrás de una cucharada de miel, Rebeca te dice cuál es la mejor forma de acompañarlas entre quesos artesanales, frutos rojos, uvas, frutos secos y pan. Ah sí, entre miel y miel es conveniente limpiar el paladar con una mordida a un pedazo de manzana.

La sesión termina con un brindis de hidromiel espumosa y bien fría.

¿Cómo reservar una cata de miel?

En Mielosa tienen sesiones los fines de semana en dos horarios distintos, pero lo mejor es escribir a [email protected] o escribir al 5512282449 para reservar tu lugar, solo tienes que hacer el pago y ellas te avisan el día y la sede.

Cada experiencia de cata de miel dura aproximadamente dos horas, incluye la prueba de cinco mieles y el brunch para acompañar esta degustación.

La convivencia es muy linda porque acuden personas que son conscientes de la importancia de las abejas, de su papel en la vida y biodiversidad y que aman comer rico.

La miel y la CDMX

Aunque creamos que en la CDMX casi todo es concreto, existe trabajo de apicultoras y apicultores que crean sus productos. Rebeca Cornejo tiene su propio apiario al sur de la ciudad. De hecho, las alcaldías con más actividad de producción están más cargadas a esa zona de la ciudad: Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, pero también hay en Gustavo A. Madero.

Según datos del Gobierno de la Ciudad de México y la UNAM (tomados en 2019), aquí trabajan 127 apicultores que manejan 2,745 colmenas. Se cosecha dos veces al año: en primavera (febrero-abril) y en otoño (septiembre-noviembre).

Las mieles que hay aquí suelen salir de flores como mirasol, toronjil, verbena, clemolitom, nabo amarillo, teclacote, tepozán, poleo gigantón, chayotillo, chinamil, nabo blanco, acahual amarillo, mozote, escoba de monte, cola de rata y otras más.

La mayoría de las mieles son multiflorales, de ahí que las que tienen un nombre específico sean un mayor tesoro tanto en aromas como en sabor y textura. Después de una cata de miel como esta, tal vez te la pases observando a las abejas y a la miel que hacen ¿sabe especiada?, ¿amaderada?, ¿cítrica?, ¿huele a flores o a tierra? Pues detrás de cada una existe un trabajo inmenso detrás.

Cata de miel en Mielosa

Dónde: Liverpool 23, Juárez

Horario: sábados y domingos a las 11:00 horas y 16:00 horas (consultar sus redes por cambio o apertura de horarios)

IG: @mielosamx

Costo: $850

Sitio para más información y reservaciones: mielosamx.com

Cortesía de Chilango



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