La ciencia y la innovación tecnológica en Catalunya se preparan para dar un salto de gigante tras la inauguración de una nueva infraestructura de última generación que albergará, entre otros, ordenadores cuánticos y laboratorios dedicados a la investigación y fabricación de microchips fotónicos a nanoescala. Este nuevo centro, situado en el campus del Parque Mediterráneo de la Tecnología en Castelldefels, formará parte de las instalaciones del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO) y tomará el nombre de Edifici Mir-Puig en referencia a la fundación homónima que ha financiado su construcción.
La inauguración de estas instalaciones ha tenido lugar este miércoles en un acto institucional que ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, la consellera de Recerca i Universitats, Núria Montserrat, el alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes, y el rector de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Daniel Crespo. También ha asistido al evento Jordi Segarra, presidente de la Fundación Mir-Puig, quien ha destacado el legado del Dr. Pere Mir i Puig y, además, ha presentado este proyecto, coofinanciado con la Fundación Cellex, como fruto de una “donación filantrópica excepcional” y “un hito en la inversión privada en ciencia en España”.
Las donaciones privadas para construir este edificio suponen “un hito” en la inversión privada en ciencia en España
Un laboratorio pionero
Una de las joyas de la corona de estas nuevas instalaciones es el laboratorio de nanofabricación NM3. Este espacio cuenta con una sala blanca de más de 600 metros cuadrados equipada con todo tipo de instrumentos científicos de última tecnología. Según explican los impulsores de este proyecto, la construcción de esta plataforma científica permitirá diseñar y fabricar microchips fotónicos de última generación. Estos dispositivos, a diferencia de los chips electrónicos tradicionales, permiten transportar datos de manera más eficiente, rápida y con un menor consumo energético.
Las aplicaciones para este tipo de herramientas son múltiples y van desde ámbitos como la automoción y el diseño de placas solares más eficientes hasta cuestiones tan revolucionarias como las tecnologías cuánticas. En el ámbito de la biomedicina, por ejemplo, el uso de estos chips podría facilitar el desarrollo de sensores ultrarrápidos que permitan diagnosticar todo tipo de enfermedades. En telecomunicaciones, podría ayudar a desarrollar redes de internet más rápidas. Y en la esfera de las comunicaciones cuánticas, la integración de estas herramientas en la computación cuántica podría abrir nuevas posibilidades en el procesamiento de datos y la ciberseguridad.
Instrumentos científicos
Estas instalaciones han sido cofinanciadas por la Generalitat de Catalunya con el apoyo de diversas fundaciones, entre ellas la Fundación Cellex y la Fundación Gordon and Betty Moore. Su puesta en marcha es uno de los factores que han llevado a la Comisión Europea a escoger el Institut de Ciències Fotòniques como el principal coordinador de la iniciativa ‘PIXEurope’, una línea piloto de chips integrados fotónicos financiada por la iniciativa Chips Joint Undertaking con un presupuesto total de 400 millones de euros.
El centro también contará con un ordenador cuántico y varios proyectos enfocados a la lucha contra el cambio climático
El Edificio Mir-Puig también es el hogar de otras herramientas científicas de última generación como, por ejemplo, el computador cuántico Quíone II, un dispositivo único en su tipo diseñado para explorar las propiedades de los materiales cuánticos. Asimismo, el centro alberga el programa un programa dedicado a la investigación en tecnologías fotónicas aplicadas a la captura de carbono y la generación de energía solar. Estas iniciativas buscan desarrollar soluciones sostenibles para la industria y la producción energética global, contribuyendo, entre otros, a la lucha contra el cambio climático.
Cortesía de El Periodico
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