Ciudad de México enfrenta un desafío creciente por la aparición de socavones, sobre todo en temporada de lluvias. En algunas alcaldías la cifra de los socavones aparecidos solo este año supera la centena. Para enfrentarlo, el gobierno capitalino busca implementar tecnología satelital y drones en colaboración con Japón. José Mario Esparza, titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), explicó que ya están en pláticas con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). El objetivo es anticipar la formación de estos agujeros en el arroyo vial y reducir riesgos para la población.
“Japón tiene características similares a las de acá, y tienen bien desarrollada esa tecnología satelital. Tenemos [reuniones] para buscar esas alternativas tecnológicas que nos ayudan a inspeccionar desde nivel satélite grandes extensiones, porque en la Ciudad de México tenemos alrededor de 13 mil kilómetros de tuberías, de colectores, entonces es muy complicado”.
-José Mario Esparza, titular de Segiagua
Los agujeros se tragan las calles
En entrevista para El Universal, el secretario adelantó que, además de la observación desde satélites, también se usarán drones para identificar deformaciones en el pavimento antes de que se conviertan en hundimientos mayores. Sobre los tiempos de implementación, Esparza señaló que la meta es contar con esta tecnología cuanto antes: “Queremos que lo antes posible, este mismo año si se puede, y sí, para estar mejor preparados para el próximo año”.
El problema ya es de gran escala. De enero a septiembre de 2025 se han registrado 260 socavones en la capital, distribuidos en vías primarias y secundarias. Tan solo en la red primaria se atendieron 36 casos, con mayor incidencia en Iztapalapa (16), Gustavo A. Madero (9) e Iztacalco (4). En la red secundaria, la cifra asciende a 124, destacando nuevamente Gustavo A. Madero como la más afectada, con 37 hundimientos. Sin embargo, la cifra de aquellos que no han logrado ser reparados es abrumadora. Tan solo en Iztapalapa se tiene registro de 114 socavones desde octubre del 2024 a la fecha.
En promedio, la reparación de un socavón toma 10 días, aunque depende de factores como su tamaño y profundidad. La Segiagua atiende directamente los hundimientos de la red primaria, pero en temporada de lluvias también ha brindado apoyo a las alcaldías para enfrentar los que ocurren en la red secundaria. Esto ha permitido una respuesta más amplia, aunque el reto sigue creciendo año con año.
Colaboración internacional con Japón
Chiaki Kobayashi, director general de JICA, confirmó que la colaboración con Ciudad de México ya ha comenzado. Detalló que ya hay diálogo en marcha directamente con las autoridades para encontrar maneras en las que Japón pueda compartir no solo su tecnología, sino también su experiencia con socavones. La iniciativa contempla estudios conjuntos sobre el fortalecimiento del suelo para inhibir la aparición de socavones. El funcionario japonés destacó la importancia de la prevención frente a los desastres urbanos.
“La gente está más preparada y eso resulta es de mucha importancia para los dos países, porque estamos compartiendo fenómenos muy parecidos como terremotos, acción volcánicas, inundaciones, y cada vez cobra más importancia la colaboración internacional entre Japón y México, aunque está muy lejos nosotros somos hermanos atravesando el Océano Pacífico”,
-Chiaki Kobayashi, director general de JICA
Hundimientos, la cruz de CDMX
No son pocos los registros de hundimientos en Ciudad de México, y su impacto en la vida diaria de sus habitantes. En Xataka México te informamos cómo la Ciudad de México enfrenta un problema hundimiento constante debido a la sobreexplotación del manto acuífero sobre el que fue construida. Investigadores de la UNAM han advertido que la ciudad se hunde hasta 40 centímetros por año, lo que podría volver inhabitables zonas enteras en una década. Esta condición debilita el suelo y favorece la formación de socavones en vialidades y áreas urbanas densamente pobladas.

La capital también ha impulsado inversiones locales para atender el deterioro de la infraestructura. Este mismo año, se anunció un plan histórico de 2 mil 250 millones de pesos para repavimentar calles y atender baches, aunque expertos reconocen que reparar no es suficiente. Con el apoyo de la tecnología japonesa, la apuesta es pasar de una estrategia reactiva a una preventiva, anticipando los hundimientos antes de que representen un riesgo directo para la población.
Cortesía de Xataka
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