
Luciendo sus largas togas y sus birretes bien colocados, uno a uno cada egresado y egresada de la generación 2020B – 2025A de la licenciatura de Derecho del CUCSH ocupó su asiento entre miradas emocionadas y llenas de orgullo de sus familias y amistades.
Cada rostro reflejaba una historia distinta, un recorrido personal de esfuerzo y aprendizaje, y la inquietud de saber qué deparará el destino en sus caminos a partir de este acto académico, apadrinados por Juan Carlos Álvarez del Castillo Barragán.
Las notas de la Orquesta Sinfónica Alientos de la Policía de Zapopan, a las melodías de Queen, dieron apertura al evento, acompañando también el himno nacional.
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Las palabras de Patricia Córdova Abundis, Secretaria Académica del CUCSH, iniciaron los discursos del presídium, alentándoles a ser aquellos abogados y abogadas que importan verdadera justicia, y que sepan cuestionar las formas correctas e incorrectas de actuar, teniendo siempre presente que se han graduado en un marco histórico para la justicia, teniendo, a partir del próximo 01 de septiembre la entrada en vigor del Nuevo Poder Judicial, al cual habrán de enfrentarse en su labor a ejercer.
“Les deseo lo mejor en su carrera. Necesitamos abogados que sepan impartir justicia, abogados que cuestionen las formas incorrectas de actuar. Y el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades estoy segura que es un contexto en que no uno, sino muchos maestros son buen ejemplo para ustedes. Pongan en alto el nombre de la Universidad de Guadalajara, antes que todo el suyo, el de sus familias. Y no se olviden que representan una universidad que se sostiene por sí misma en todo el mundo”, instó la maestra.
Cada una y cada uno comenzaron a ser nombrados para entregar en sus manos el papel que desde hoy les acredita como defensores de lo justo, de los derechos humanos y las libertades fundamentales de la sociedad, mientras los aplausos orgullosos de sus amistades y familiares animaban el fin de su carrera y el inicio de su camino profesional.
“¡Eso abogado!”, “¡Te amamos!”, “¡Lo lograste!”, “¡Te amo hermana!”, eran solo algunas de las frases exclamadas con emoción por las y los presentes, pero que a su vez reflejaban también los esfuerzos hechos por todas y todos aquellos quienes les acompañaron y apoyaron en este camino de aprendizaje: madres, padres, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, y más.
Karla Fabiola Vega, directora de la División de Estudios Jurídicos del CUCSH, tomó entonces la palabra para destacar el término de la carrera de esta generación, que comenzó en medio de la contingencia ocasionada por el COVID-19, que a su vez les hizo demostrar su resiliencia y capacidad de adaptación al cambio.
“Sin embargo aquí están firmes, resilientes, convencidos de que el derecho es más que normas y códigos, que es una herramienta de justicia, de transformación y de esperanza en este mundo convulso que tanto los necesita. Hoy se gradúan no solo con conocimientos jurídicos sólidos, sino también con una visión ética, crítica y humanista. Egresan como abogados y abogadas que entienden el derecho más que una norma escrita, una herramienta transformacional social, una vía para construir justicia y equidad y garantía y protección de los derechos humanos. Lo hacen también como elementos que marcan la diferencia, porque han sido formados en una institución de calidad, con más de 230 años de prestigio y con un firme compromiso académico”, destacó la doctora.
La presidenta del Congreso del Estado, Martha Arizmendi tomó la palabra para destacar que este día representa un recordatorio de que todos aquellos sueños que se trabajan se cumplen, pero también para recordarles que ellas y ellos serán la voz de la justicia que transformarán realidades cada que defiendan esa justicia tan anhelada por el pueblo de Jalisco y de México. “Cada caso que ustedes vayan a tomar será la oportunidad de demostrar que el privilegio y la ley no deben de ser para unos cuantos, sino un derecho que protege la vida, la seguridad y la justicia de todas y todos”, manifestó la diputada.
Así también instó a uno de los momentos más emotivos de la tarde: el pedir que se encendieran las luces para pedir que se iluminaran los rostros de aquellos quienes les acompañaron durante toda su carrera, en ocasiones con esfuerzos y sacrificios; y antes de que esto ocurriera, la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas se iluminó con los flashes de los teléfonos celulares, tal si fuera un concierto lleno de emociones, trasladadas hoy a este acto académico.
Otro de los momentos que conmovió el evento fue el homenaje póstumo al alumno Julio Vizcaíno, quien no pudo concluir su carrera con su generación debido a un percance automovilístico ocurrido el año pasado en Veracruz.
Pero en la montaña de emociones vivida la tarde de este martes hubo que recomponerse después para pasar a reconocer con la distinción “Mariano Otero” a aquellos alumnos quienes demostraron excelencia académica a lo cargo de toda la carrera, así como el reconocimiento “Ignacio L. Vallarta” a aquellas maestras y maestros que destacaron como guías, pero que también fueron ese lazo humano entre la Universidad y el alumnado.
Se dio paso a las palabras del nuevo abogado, Armando Moisés González, quien enunció las distinciones alcanzadas por la generación de la Universidad de Guadalajara, mientras que la abogada Carolina Figueroa se encargó de presentar al padrino de la generación, Juan Carlos Álvarez del Castillo Barragán, empresario, periodista y cuarta generación de la familia que por más de 100 años ha dirigido al periódico de la ciudad, El Informador.
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Entonces tocó el turno de tomar el micrófono a Juan Carlos Álvarez, quien dirigió un sentido mensaje a sus nuevas y nuevos ahijados, motivándolos a llevar su profesión de manera ética, con responsabilidad y profesionalismo, apoyándose, a manera de decálogo y guía, en las claves seguidas en el periodismo y en El Informador, como el reconocer errores, pero también reconocer a quien lo merece, trabajar en equipo, priorizar el trabajo y todo aquello merezca la pena, el plantearse para qué están haciendo lo que hacen, recordando siempre que son ellas y ellos quienes tienen el rumbo de su destino.
“Vivan una vida digna de una hemeroteca. Cuando hay una noticia sumamente importante, nos cuestionamos si es una de esas que la gente va a consultar años más tarde. Y si la respuesta es que sí, somos aún más cuidadosos con el título, con la foto o con el texto. Es una portada para la posteridad. Hagan eso con la vida. Construyan una que sea digna de vivir en el recuerdo de quienes los conocen, no solo profesionalmente, sino también personalmente. Sean amigos, sean cariñosos, sean humanos, sean vulnerables. Salgan, cuenten historias, diviértanse, para que cuando consulten las páginas de su vida se sienten profundamente orgullosos de todo lo que han logrado”, instó Álvarez del Castillo Barragán.
“Reflexionen en el poder de sus palabras. Como abogados, dudo que exista alguien con vocabulario más extenso que el de ustedes. Pero más allá de contratos y sentencias, recuerden que las palabras por sí solas tienen fuerza y pueden cambiar una vida. Piensen antes de decir algo que pueda dañar a los demás. Ejercen siempre con responsabilidad, ética y profesionalismo. Aijadas e aijados. Llegaron hasta aquí en un mundo incierto. Como ya se mencionó antes, un mundo que vivió pandemias, recesiones, transformaciones profundas. No lo digo para deprimirnos, sino para que cuando duden de lo fregones que son, recuerden todo lo que han superado. Eso los ha convertido en las personas y profesionales que son ahora. A partir de este momento, el futuro de nuestra ciudad, de nuestro País y hasta de nuestro mundo será formado por ustedes. Recuerden que cuentan siempre con el apoyo de sus familias, amigos, maestros, colegas y ahora también con su padrino. ¡Muchas felicidades!”, culminó Álvarez del Castillo Barragán.
Fue así que las y los nuevos abogados llegaron al término de este acto académico, cerrando la noche con el momento soñado de todo estudiante: el lanzamiento del birrete, que se elevó por el aire como símbolo del esfuerzo, perseverancia y logros alcanzados tras haber culminado la carrera de Derecho en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.
NA
Cortesía de El Informador
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