
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), propone un fondo de ahorro nacional de financiamiento para pequeñas y medianas empresas (pymes), a fin de que se cumpla una de las acciones dentro del Plan México, que para el 2030 el 30% tenga acceso a un crédito formal.
De acuerdo con el informe “Hacia un financiamiento renovado para las pymes en México”, los pequeños negocios enfrentan un cuello de botella, en el que las altas tasas de interés, la falta de alfabetización financiera y de digitalización, impide que tengan acceso al financiamiento.
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Otro de los retos de las pymes es ser tomadas en cuentas ante la banca tradicional, donde se concentra la mayor parte del crédito, y es que los segmentos corporativos tienen mayor preferencia, mientras que las pymes son vistas como clientes de alto riesgo.
Mipymes recurren a otros métodos de financiamiento
Las pequeñas y medianas empresas tienen más probabilidad de acceder a un crédito a comparación de los micro negocios, por lo cual optan por recurrir a mecanismos alternativos de financiamiento.
“Destaca el crédito otorgado por proveedores en el marco de sus cadenas productivas y el capital propio, y fuentes informales como préstamos de familiares, amistades o productos de crédito al consumo y microcréditos originalmente diseñados para personas físicas”, se menciona en el informe.
Cabe destacar que los micronegocios son los que emplean al 41.5% del personal ocupado, aunado a que representan el 94.9% de las empresas en el país, de acuerdo con los Censos Económicos 2024 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Las propuestas de la Cepa para alcanzar la meta del financiamiento de las pymes
Para que la meta de que el 30% de las pymes cuenten con crédito formal para el 2030 se cumpla, se necesita de una estrategia integral en el que combine cambios institucionales, rediseño de instrumentos y capacitaciones empresariales. Por ello, la Cepal da las propuestas:
1. Crear un fondo nacional de financiamiento para pymes: Se plantea establecer un fondo entre el financiamiento público y privado bajo el esquema de financiamiento combinado. Esto, con la finalidad de que las mipymes de regiones rezagadas obtengan créditos.
En este sentido, se propone que el fondo se mantenga en una banca de desarrollo como Nacional Financiera (Nafin) y pueda canalizarse por medio de instituciones privadas. Además, se contempla que haya tasas preferenciales y bonificaciones o subsidios temporales para impulsar sectores estratégicos o poblaciones vulnerables.
2. Establecer un consejo o comité multisectorial: Dicho consejo estaría liderado por el gobierno federal, en el que debe reunir a actores clave, como la Secretaría de Economía, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cámaras empresariales y gobiernos estatales.
3. Ampliar y diversificar la capacitación de las pymes: Para reducir la falta de conocimiento financiero en las pymes, se plantean alianzas con universidades tecnológicas, incubadoras y organismos de desarrollo económico, con el fin de diseñar un programa nacional de formación y certificación financiera para las empresas.
4. Crear un programa nacional de educación financiera: El objetivo es que sea un programa permanente dirigido a pymes, con contenidos personalizados por tamaño de la empresa, sector y territorio.
Las capacitaciones serían presenciales y virtuales, donde se hablen temas sobre la sensibilización, gestión de riesgo, lectura de estados financieros y uso de instrumentos públicos.
Cortesía de El Economista
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