
Caracas. El chavismo se movilizó el martes en Caracas para denunciar las “amenazas” de Estados Unidos, que un día antes había designado al supuesto Cartel de los Soles como organización terrorista. Washington desplegó en agosto una flotilla de buques de guerra en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico y acusa al presidente Nicolás Maduro de encabezar esa red criminal, acusación que Caracas califica de “vil mentira”.
El gobierno venezolano sostiene que la presencia militar estadounidense es el primer paso de un plan para derrocar a Maduro y apropiarse de las vastas reservas petroleras del país. Desde una tarima, acompañado por el alto mando militar y su gabinete, el mandatario afirmó que Venezuela atraviesa una “coyuntura decisiva” que exige unidad nacional.
Durante su discurso, Maduro portó la espada de Perú, una pieza histórica otorgada a Simón Bolívar hace dos siglos. “Aquí nadie tiene excusas: civiles, políticos, militares o policías. ¡Prohibido fallar! La patria exige nuestro mayor esfuerzo y sacrificio”, señaló.
El presidente caminó junto a cientos de simpatizantes hasta el patio de honor de la Academia Militar, en Fuerte Tiuna, el principal complejo castrense del país. Entre los asistentes, América Romero, jefa comunal de 63 años, aseguró que están “preparados para hacer frente a todo lo que venga, rodilla en tierra con el presidente Nicolás Maduro”.
Para Nuris Monagreda, militante del gobernante PSUV, el despliegue naval estadounidense constituye una amenaza directa.
Acciones contra el narcotráfico
Estados Unidos envió al jefe del Estado Mayor, Dan Caine, a Trinidad y Tobago, y al titular del Pentágono, Pete Hegseth, a República Dominicana para abordar con ambos gobiernos acciones contra el narcotráfico en el Caribe.
Cortesía de El Economista
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