
Los chilaquiles suizos, con su irresistible combinación de totopos crujientes, salsa verde cremosa y queso fundido, son un clásico del desayuno mexicano que conquista a todos.
En su versión más tradicional, se acompañan con pollo deshebrado, una fuente de proteína magra que eleva su valor nutricional y los convierte en una opción perfecta para comenzar el día con energía.
Aunque los chilaquiles tienen raíces prehispánicas, los llamados “suizos” surgieron en el siglo XX en la Ciudad de México, cuando chefs inspirados por la cocina europea añadieron crema y queso a la receta original.
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El resultado fue un platillo más suave y reconfortante, con una textura aterciopelada que los diferencia de otras versiones como los rojos.
Esta receta equilibra sabor y nutrición: el pollo aporta proteínas de alta calidad, los totopos ofrecen energía a través de los carbohidratos, y la salsa verde, rica en vitamina C y antioxidantes, completa el perfil saludable de un desayuno ideal.
Chilaquiles suizos con pollo
Ingredientes:
2 tazas de totopos horneados o fritos ligeramente
1 pechuga de pollo cocida y deshebrada
5 tomatillos verdes
1 chile serrano
1 diente de ajo
½ taza de crema baja en grasa
½ taza de queso rallado
1 cucharadita de aceite de oliva
Sal al gusto
Cilantro y cebolla morada para decorar
Preparación:
- Asa los tomatillos, el chile y el ajo hasta que se doren ligeramente.
- Licúalos con la crema y una pizca de sal hasta obtener una salsa cremosa.
- Calienta la salsa en una sartén con una cucharadita de aceite.
- Agrega los totopos y mezcla suavemente para cubrirlos por completo.
- Incorpora el pollo deshebrado y deja cocinar un par de minutos para integrar sabores.
- Sirve caliente, espolvorea queso rallado y decora con cilantro y cebolla morada.
Una porción de chilaquiles suizos con pollo aporta alrededor de 30 gramos de proteína, lo que ayuda a mantener la saciedad y mejora el rendimiento físico y mental durante la jornada.
Cortesía de El Economista
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