Chile: Kast propone que los migrantes irregulares “paguen su pasaje de regreso”

El candidato ultraderechista chileno, José Antonio Kast, propuso que los migrantes en situación irregular “paguen su pasaje de salida” del país, mientras la oficialista Jeannette Jara llamó a “mantener el control con humanidad” y sin criminalizar la pobreza. La declaraciones, realizadas durante el segundo debate presidencial televisado, reavivó la discusión sobre el manejo de la migración, uno de los temas que domina la campaña junto con la seguridad y la economía, a tres semanas de las elecciones del 16 de noviembre.

Los vamos a invitar a abandonar Chile”, dijo Kast en el foro transmitido por Canal 13, al ser consultado sobre el destino de las más de 330 mil personas que viven actualmente en situación irregular. “Es mucho más económico pedirles que colaboren para volver a su patria que retenerlos aquí”, agregó, insistiendo en que no habrá regularizaciones masivas bajo su eventual gobierno.

La frase condensó uno de los temas más tensos de la contienda: el tratamiento de la migración en un país que, desde 2019, ha recibido un flujo constante de personas, sobre todo desde otros países latinoamericanos. Aunque los ingresos irregulares se redujeron a la mitad desde 2021, el asunto sigue siendo percibido por gran parte del electorado como un problema de seguridad.

Aunque el debate del domingo no dejó grandes sobresaltos, las posiciones sobre migración evidenciaron el creciente peso del tema en la agenda electoral. En un país que durante décadas fue receptor de migrantes dentro de márgenes acotados, el aumento de ingresos irregulares desde 2018 —principalmente por pasos fronterizos del norte— ha transformado la conversación pública.

Según un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas, los migrantes representan ya cerca del 9 por ciento de la población chilena. La llegada de miles de personas en situación vulnerable, muchas sin documentos, ha sido aprovechada por la ultraderecha para asociar migración con inseguridad.

Seguridad, fronteras y expulsiones

Kast, que busca su revancha tras perder en segunda vuelta ante Gabriel Boric en 2021, ha convertido ese vínculo en el núcleo de su narrativa electoral. Durante la campaña, evitó referirse a temas valóricos, como el aborto o el matrimonio igualitario, y concentró su discurso en tres ejes: seguridad, economía y migración.

En el debate, Kast insistió en que la primera medida de su gestión sería “cerrar las fronteras como corresponde” y eliminar cualquier “beneficio social” a los migrantes en situación irregular. Propuso realizar vuelos chárter para facilitar las expulsiones, con financiamiento de los propios retornados.

Su discurso, en línea con su estrategia de endurecer el control fronterizo, fue secundado en parte por otros candidatos de la derecha. Johannes Kaiser, del ultraderechista Partido Nacional Libertario, prometió “expulsar a todos los extranjeros ilegales” y “recuperar la estructura valórica del país”. Evelyn Matthei, abanderada de la derecha tradicional, adoptó un tono algo más moderado: “Jamás quitaría el derecho a salud ni educación a nadie, pero primero los chilenos”, dijo.

Franco Parisi, representante de la derecha populista, evitó profundizar en el tema migratorio pero se alineó con las propuestas de “seguridad reforzada”, planteando la posibilidad de dotar de armas no letales a las guardias municipales.

La respuesta desde la izquierda

Del otro lado del espectro, la candidata oficialista Jeannette Jara, del Partido Comunista, buscó marcar distancia de los discursos de expulsión masiva. En el debate sostuvo que la seguridad “no es un tema ni de izquierdas ni de derechas, sino un derecho de las personas”, y defendió el despliegue de las Fuerzas Armadas en la frontera, aunque con una visión más institucional del control migratorio.

La gente quiere vivir y dormir tranquila, y eso incluye que el Estado garantice fronteras seguras, pero también derechos humanos”, afirmó. Jara evitó confrontar directamente con Kast, pero subrayó que la migración debía gestionarse “con humanidad y sin criminalizar la pobreza”.

La candidata, que lidera las encuestas con un 30 por ciento de intención de voto según Cadem, planteó además medidas de inclusión laboral y de coordinación con los países de origen para “ordenar” los flujos migratorios, en sintonía con la línea del actual gobierno de Gabriel Boric.

Una campaña cruzada por el miedo

Mientras Kast promete “ni una regularización más” y Kaiser habla de “limpiar el país de ilegales”, Jara intenta sostener un equilibrio entre control y derechos. En su programa plantea crear una unidad especializada de Carabineros como policía fronteriza, acompañada de políticas de integración social y laboral para migrantes regularizados.

Los analistas destacan que, más allá de las diferencias retóricas, todos los candidatos, incluso los de izquierda, coinciden en reforzar la vigilancia fronteriza, reflejo del clima político del país: la migración es vista más como un problema de seguridad que como un fenómeno social.

A tres semanas de las elecciones presidenciales y parlamentarias del 16 de noviembre, los sondeos anticipan una segunda vuelta polarizada entre Jara y Kast, que se encuentra 8 puntos por debajo de la candidata izquierdisa. La gran incógnita es si el tema migratorio ,que hasta hace pocos años no figuraba entre las principales preocupaciones ciudadanas, terminará definiendo quién ocupará La Moneda a partir de marzo.

Cortesía de Página 12



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