La guerra contra Ucrania y las tensiones entre China y Occidente impulsaron el comercio bilateral el gigante asiático y Rusia. En los últimos años han proliferado tiendas de productos rusos en ciudades chinas. La curiosidad de los ciudadanos por estos productos, los cuales son percibidos como novedosos y exóticos, ha sido la principal razón del auge de dichos establecimientos.
Estas tiendas, que han aparecido en urbes como Shanghái, Beijing y Funzhou, llaman la atención con carteles escritos en cirílico (el alfabeto usado en ese y otros países de Eurasia), matrioshkas y música tradicional. Entre los productos que se ofrecen en estos locales se encuentran salchichas, vodka, chocolates y hasta confitería “rusa”. Sin embargo, el secreto detrás de estas tiendas es que lo que ahí se vende en realidad está hecho en China.
El boom de lo “ruso” made in China
De acuerdo con el registro empresarial Qichacha, para enero de 2025 había 3,555 tiendas de productos rusos en China, con picos de crecimiento en 2023 y 2024. Este boom comercial tiene su origen en la relación bilateral entre estos países a raíz de las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión a Ucrania y la exclusión de Moscú del sistema financiero Swift en 2022, lo que lo llevó a depender más del yuan.
No obstante, el auge de dichos establecimientos ha despertado sospechas entre los consumidores, especialmente en lo que respecta a la autenticidad de los productos ofrecidos. Por ejemplo, las salchichas no pueden importarse legalmente desde Rusia, y el durian, una fruta tropical que se comercializa en estas tiendas, ni siquiera es típica de las regiones rusas.
Dichas inconsistencias han llevado a autoridades a investigar algunas de estas tiendas. Un mercado ruso en Fujian fue acusado de hacer pasar productos nacionales por importados. En algunos casos, incluso se encontraron alimentos con supuestas propiedades medicinales falsas. En Beijing, tiendas similares fueron clausuradas luego de que se les exigieran pruebas de autenticidad de sus etiquetados.
¿Con fecha de caducidad?
Pese a que la novedad y la situación geopolítica actual favorecen la proliferación de estos locales, analistas como Zhang Yi de iiMedia Research, creen que se trata de una moda pasajera. Yi advierte que el interés por los productos provenientes de Rusia se basa en el exotismo. Es por ello que, a medida que abren nuevas tiendas y la competencia aumenta, el entusiasmo y la percepción de escasez desaparecen.
Ante el creciente escepticismo, algunos locales ya han comenzado a reinventarse. En Shangái, algunos comercios cambiaron sus nombres a “Tiendas de Comercio Mutuo Chino-Ruso” para reflejar la procedencia real de sus productos. En Beijing, al menos una tienda cerró luego de que no pudo acreditar la autenticidad de sus importaciones.
A pesar de que el comercio entre China y Rusia sigue fuerte, se espera que en 2025 el volumen de intercambio se estabilice en torno a los 200,000 millones de dólares, una cifra inferior a los récords recientes. A largo plazo, la relación entre estos países podría transformarse si cambian las circunstancias geopolíticas, como una eventual resolución del conflicto ucraniano o un deshielo en las relaciones entre Rusia y la Unión Europea.
Imagen de portada | Dzen
Cortesía de Xataka
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