Una empresa china conectó el aerogenerador terrestre más grande del mundo, y al comenzar a operarlo, descubrió que sus palas de 131 metros de longitud tenían un impacto directo en el microclima de la región.
Este proyecto fue desarrollado por la compañía Sany Renewable Energy, que detectó que su instalación, con capacidad para generar hasta 56 millones de kWh de electricidad al año, podía alterar el entorno y los patrones de viento de la zona. La turbina SI-270150, con un rotor de 270 metros de diámetro (donde bien caben hasta tres campos de futbol), evidenció este efecto tras su puesta en marcha.
La turbina alcanzó su funcionamiento a potencia nominal a finales de 2024, prácticamente un mes después de ser conectada a la red. Con ello, estableció un nuevo récord mundial al lograr su pleno rendimiento, ya que actualmente no existe otro generador terrestre en operación con esta capacidad. El equipo se probó en un parque eólico experimental ubicado en Tongyu, provincia de Jilin, al sureste de China.
Tras su instalación, la compañía identificó que los rotores generaban variaciones en la velocidad del viento, lo que a su vez modificaba las temperaturas en áreas cercanas. Aunque el impacto a largo plazo aún no se ha determinado, científicos chinos planean estudiar estos efectos para comprender mejor la interacción entre ambos elementos.
Según la información oficial, se espera que este aerogenerador tenga una vida útil de entre 25 y 30 años. Sin embargo, aún no está disponible comercialmente, ya que Sany planea someterlo a más de un año de pruebas en su centro de ensamblaje.
Durante este periodo, la compañía realizará aproximadamente 2,000 pruebas de rendimiento para evaluar el diseño y la fiabilidad de los componentes en un entorno realista. Asimismo, analizará los efectos que la turbina tiene en el clima de la región.
El dominio de China
China se ha consolidado como uno de los principales competidores en la industria eólica, enfrentándose a sus rivales europeos. Actualmente, el país asiático cuenta con el 65% de la capacidad eólica mundial y es uno de los cinco mayores fabricantes de este tipo de equipos.
A pesar de estos avances, Sany no es la única empresa asiática que ha logrado desarrollar el aerogenerador terrestre más grande del mundo. Mingyang, otra compañía del sector, ha seguido una estrategia similar, aunque con un enfoque en turbinas marinas.
Cortesía de Xataka
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