El análisis de un fragmento óseo de un neandertal de hace unos 45.000 años, hallado en una cueva en la península de Crimea, revela que esta especie recorrió miles de kilómetros en sus rutas migratorias entre Europa y Asia Central, algo que hasta ahora se asociaba sobre todo al ‘homo sapiens’.
El fragmento fue encontrado entre más de 150 restos óseos y examinado por expertos de la Universidad de Viena mediante un método biomolecular que determina, a partir de proteínas antiguas, si pertenece a un ser humano o a un animal. Los investigadores descubrieron, a través del análisis del ADN extraído del hueso, que se trata de un neandertal del Paleolítico, genéticamente emparentado con neandertales de Siberia, a unos 3.000 kilómetros al este de Crimea, y también con otros neandertales que vivieron mucho más al oeste, en la actual Croacia.
El trozo de hueso de unos cinco centímetros fue identificado por un equipo de antropólogos de la Universidad de Viena en el marco de un estudio liderado por la científica Emily M. Pigott. El estudio, publicado en la revista científica “Proceedings” de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos (PNAS), concreta que el hueso, probablemente de un fémur, pertenece al período en el que los ‘homo sapiens’ y los neandertales coexistieron en Eurasia, poco antes de que estos últimos desaparecieran, hace unos 45.000 años.
“En toda Eurasia existen muy pocos fósiles humanos de este período crucial, cuando los neandertales desaparecieron y fueron reemplazados por el ‘homo sapiens’, y menos aún con información genética”, explica Pigott en un comunicado de la Universidad de Viena.
Los investigadores suponen que la península ucraniana de Crimea, anexionada en 2014 por Rusia, pudo haber funcionado como una especie de punto de paso para las corrientes migratorias del momento, sobre todo durante los períodos climáticos más templados entre las glaciaciones. El equipo de antropólogos también identificó mediante modelos climáticos y de hábitat, que existieron dos períodos climáticos favorables, hace unos 120.000 y 60.000 años, en los que los neandertales probablemente siguieron a manadas migratorias de animales entre Crimea, Asia Central y Europa.
Tom Higham, un científico del equipo, declaró en el comunicado que, en los últimos años, el conocimiento sobre los neandertales ha cambiado drásticamente. “Nuestro nuevo estudio confirma que podían recorrer grandes distancias. Durante décadas pensamos que esa capacidad era casi exclusiva de nuestra especie (el ‘homo sapiensa’)”, dijo.
La cueva de ‘Starosele’, en Crimea, es objeto de investigaciones desde 1952, aunque hasta ahora solo se habían encontrado allí restos humanos posteriores a la Edad Media. “Fue un descubrimiento extremadamente emocionante, especialmente porque hasta ahora se creía que los restos humanos de ‘Starosele’ pertenecían a humanos modernos de épocas mucho más recientes”, concluyó Pigott.
Cortesía de El Periodico
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