Científicos exploran una alternativa que podría superar a Ozempic: cambiar cómo responde el metabolismo

Un grupo de investigadores ha descubierto un mecanismo en el hígado que podría cambiar la forma en que se combate el sobrepeso y las enfermedades asociadas a este. El hallazgo aún se encuentra en etapa experimental, pues solo ha sido probado en ratones. Los resultados de dichas pruebas han sido publicados en la revista Cell Metabolism.

El estudio se centra en un gen llamado Plvap, cuya manipulación podría permitir que el cuerpo siga quemando grasas incluso cuando normalmente desaceleraría su metabolismo. Aunque aún hay un largo camino por recorrer, esta investigación abre una ventana no solo para la reducción de peso, sino para el tratamiento de enfermedades como la diabetes.

El metabolismo: un obstáculo para la dieta

A lo largo de su historia, el cuerpo humano se adaptó a sobrevivir en entornos difíciles y aprendió a racionar la energía cuando los alimentos escaseaban. ¿Cómo logra esto? Pues desacelerando el metabolismo. En la actualidad, esta cualidad es la responsable de que bajar de peso no sea tan fácil, incluso para las personas que recurren a fármacos como Ozempic, Wegovy o Zepbound.

Es aquí donde entra Plvap. De acuerdo con los investigadores, este gen, presente tanto en ratones como en humanos, tiene una función crucial en el cambio metabólico que se da cuando el cuerpo pasa de consumir azúcares a consumir grasas durante el ayuno. Cuando este gen no se activa como debería, el cuerpo sigue quemando azúcar como si nada estuviera pasando.

Si se descubre cómo controlarlo, este mecanismo significaría un nuevo camino para mejorar los tratamientos actuales para la pérdida de peso. La estrategia para lograrlo se encuentra, en teoría, en utilizar este gen para “engañar” al hígado mientras regula el metabolismo. Pero no solo eso, ya que según los investigadores, esto también podría ser de utilidad para tratar enfermedades metabólicas, como la diabetes.

Un largo camino por delante

Transformar este descubrimiento en un tratamiento que pueda beneficiar a las personas llevará años. Hasta ahora solo conocemos los resultados de las pruebas hechas en ratones. Sin embargo, aún debe demostrarse que los mismos mecanismos operan en el metabolismo de los seres humanos. Aunque es predecible que así sea, se necesitan estudios para contrastar.

Además, diseñar un fármaco y lograr que supere todos los controles habituales, incluidos los ensayos clínicos requiere tiempo y esfuerzo. Por fortuna, el éxito de la nueva generación de fármacos para la pérdida de peso, como Ozempic, indica que los laboratorios están interesados en este tipo de tratamientos.

Cortesía de Xataka



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