Científicos revelan que los chimpancés en libertad consumen alcohol de frutas fermentadas como si bebieran una cerveza todos los días

Según una investigación publicada en Science Advances, los chimpancés salvajes que habitan en los parques nacionales de Kibale (Uganda) y Taï (Costa de Marfil) ingieren cada día el equivalente a una cerveza a través de las frutas fermentadas que recogen del suelo.

La clave está en su dieta, pues los chimpancés pueden comer entre 5 y 10% de su peso corporal en fruta madura diariamente, lo que multiplica el consumo de etanol incluso cuando las concentraciones en cada pieza son muy bajas.

Una media pinta de lager natural al día

De acuerdo con The Guardian, los análisis realizados por el equipo de la Universidad de California en Berkeley revelan que tanto machos como hembras consumen alrededor de 14 gramos de etanol puro al día. Eso equivale a media pinta de cerveza lager al 5% o a una “bebida estándar” en Estados Unidos (alrededor de 0.28 litros).

Los frutos preferidos son los higos, que presentaron algunos de los niveles más altos de alcohol registrados en el estudio. Curiosamente, pese a comer hasta 4.5 kilos de fruta fermentada al día, los chimpancés no muestran signos de embriaguez evidentes. Para sentir efectos comparables a los humanos, tendrían que comer tanto que básicamente se llenarían hasta el tope.

La “hipótesis del mono borracho”: beber es una herencia evolutiva

El profesor Robert Dudley, autor principal de la investigación, lleva años defendiendo la llamada “hipótesis del mono borracho”. Según esta idea, nuestra afinidad cultural y biológica por el alcohol no surgió de las tabernas medievales ni de la industria moderna, sino mucho antes: de nuestros ancestros primates que dependían de frutas maduras, a menudo fermentadas, como fuente de energía.

Aleksey Maro, coautor del estudio, lo resume así: “La atracción humana por el alcohol probablemente surgió de esta herencia alimentaria”. En otras palabras, cuando descorchamos una cerveza, estamos siguiendo un instinto con raíces de millones de años.

El alcohol en la naturaleza no es un capricho, es parte del ecosistema

De acuerdo a un estudio publicado en Trends in Ecology & Evolution, el consumo de etanol no es exclusivo de los humanos ni de los chimpancés: muchas especies lo encuentran de forma natural en néctares, savias y frutas. De hecho, los investigadores proponen dejar de pensar en el alcohol como algo “artificial” y reconocerlo como un componente ecológicamente relevante en la evolución de distintas especies.

Moscas de la fruta que crían en ambientes con hasta 15% de etanol, murciélagos que buscan frutos demasiado maduros o loris que beben néctar fermentado son algunos ejemplos documentados. Incluso se ha encontrado que ciertas adaptaciones genéticas en primates, como los humanos y gorilas, mejoraron hace unos 10 millones de años la eficiencia para metabolizar alcohol, probablemente porque nuestros ancestros comenzaron a encontrar frutas fermentadas en el suelo.

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¿Y por qué no se emborrachan los chimpancés?

Aquí entra la bioquímica. Los animales tienen enzimas específicas, como la alcohol deshidrogenasa (ADH), que metabolizan el etanol. Los chimpancés parecen estar bien equipados para procesar estas cantidades moderadas sin problemas visibles. En especies como los treeshrews o murciélagos frugívoros también se ha visto algo similar, consumen néctar y frutas con altos niveles de etanol, pero rara vez muestran signos de intoxicación.

En humanos, sin embargo, el consumo excesivo está lejos de ser inofensivo. El NHS del Reino Unido recomienda no rebasar 14 unidades de alcohol a la semana (una unidad equivale a 8 g de etanol) y numerosos estudios coinciden en que no existe un nivel “seguro” de consumo. La diferencia es que los chimpancés no beben cerveza industrial, sino pequeñas dosis de etanol mezcladas con fibra, agua y nutrientes de la fruta.

Cortesía de Xataka



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